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Opinión

La Copa del Atlántico y la razón de su existir

  • ACTUALIDAD
  • 21/01/2020 - 13:22
La Copa del Atlántico y la razón de su existir La última selección de Las Palmas ganadora de la Copa del Atlántico, en 1977. 15.000 personas lo celebraron en las gradas del Insular (Tintaamarilla)

Manuel Borrego

 

Aquel día, la selección de Las Palmas había logrado meterse en la final de la Copa Juvenil del Atlántico una vez más. 15.000 personas acudieron al Estadio Insular para el partido por el título, contra Inglaterra. Los chicos de Juan Trujillo Bordón habían ganado (edición de 1977) a Hungría 6-2 y a Uruguay 3-0. Sólo quedaban por delante los británicos, ... Y los isleños lo volvieron a hacer, ganando 2-1 y llevando la algarabía al recinto Insular.


Se dejaron ver ante los aficionados jugadores como Manolo López, Gerardo Sánchez, Tato, Darío, Ayala y el mismísimo Julio Suárez, que acabó máximo goleador del torneo con 7 tantos. Julio, precisamente, y su hermano Mario fueron autores de la victoria sobre la temida Inglaterra.


Este es uno de los muchos episodios que recuerdan eternamente las hemerotecas de un torneo que, en su momento, era señalado en la agenda de los aficionados de la UD Las Palmas y del fútbol canario en general. La Copa del Atlántico era ese puente aéreo que conectó a los futbolistas de nuestra comunidad con el mundo, el torneo que abría puertas al aislamiento para comprobar dónde estaba el nivel de los canarios.


Había nacido en 1962, con ese principio básico del contacto con jugadores de rango internacional. Las Palmas compartió el primer puesto del palmarés en cinco ocasiones (62, 63, 64, 73, 77 ...) y más tarde Canarias fue la que cogió el relevo, cuando en 1989 se reflotó una competición ya con el respaldo logístico de la RFEF.


En las últimas 27 ediciones Canarias ha estado presente. Porque se cumplía el principio básico también de aquel origen que consistía en el contacto futbolístico y la desaparición de la sensación de lejanía. Pasaron por la isla grandes jugadores también, que el público pudo saborear desde sus orígenes juveniles. Djalminha, Henry, Trezeguet, Piqué, Cesc ... a los que cientos de jugadores canarios en formación pudieron mirar a los ojos en un campo de juego, incluso como integrantes de la propia selección española.


En 2020, la RFEF ha decidido dejar fuera del cartel al equipo isleño anfitrión. Sean cuales sean los argumentos que expongan, el origen de esa competición sin carácter oficial se ha roto. Ocurre también en una etapa de decisiones encadenadas en los últimos años que no han acercado al aficionado a una competición que ya no tiene el aroma de antaño. Ni por asomo.


La Copa del Atlántico tuvo un momento cumbre que, posiblemente, no volverá a repetirse. Pero si el principio de su génesis también ha desaparecido, quizá también ha llegado el momento que emigre a otra sede de un país bañado por el Atlántico, con muchos kilómetros en su orilla peninsular.