Opinión

Mel, la última bala de Tana Domínguez

Manuel Borrego

La vida deportiva de Tana Domínguez ha venido marcada por apariciones y desapariciones de la escena. Y ésto casi se produjo desde la infancia. Tras deambular por distintos equipos del escaparate regional, fue en la etapa de Juan Manuel Rodríguez cuando la UD Las Palmas se atrevió a su repesca definitiva rumbo al fútbol profesional. Y en 2013-14 se localiza su definitiva revelación ya con Sergio Lobera, para más tarde participar muy poco o nada en el ascenso de Paco Herrera.

En el ciclo de las dos primeras temporadas de la UD en la Liga de las Estrellas, entre 2015 a 2017, hizo su aparición el mejor Tana que se recuerda, cubriendo un papel a la par de los grandes jugadores que el club grancanario logró reunir para sus entrenadores. Sin duda, la Primera División fue un escenario donde Tana ganó muchos simpatizantes para su fútbol tan sutil como efectivo. Tanto que su nombre hizo aproximaciones a nivel internacional.

Es inútil valorar lo que es capaz de hacer este jugador que ya tiene los 29 años cumplidos pero que desde hace tiempo ha dejado una sensación de de vacío. Su último gran partido, o mejor medio tiempo firmado, lo ofreció la pasada temporada en La Romareda rescatando a un equipo de Manolo Jiménez que estaba desorientado aquel día. Pero Tana mostró su personalidad y luego ... nada se supo hasta su pase a préstamo a China, donde han sabido poco de su fútbol en realidad.

Ha sido aplaudido por la afición de la UD Las Palmas, pero también censurado cuando bajó sus prestaciones. Ha sido generoso en el esfuerzo con algunos técnicos y menos con otros. Sin embargo, no hay en la actual Segunda División un centrocampista como él o, quizá pueda tenerlo a su lado si es capaz de convencer a Pepe Mel para unir su nombre al de Pedri en la segunda vuelta del campeonato. ¡Y qué decir si continúa Viera, quien en el momento de su marcha lo señaló como su sucesor!

Esta semana se ha confirmado que será el técnico Pepe Mel el que tenga la última palabra sobre un futbolista del que mucha gente opina que será el jugador que él mismo pretenda ser. Si Tana se lo propone es capaz de convencer al técnico en dos minutos. Es su última bala.