La previa

Órdago extremeño a Jonathan Viera

Manuel Borrego

Que Jonathan Viera es un jugador diferencial en la Segunda División actual es algo innegable. Los datos están ahí. Que Pedri mejoras sus cualidades cuando se encuentra con el centrocampista grancanario, más de lo mismo. Que todas las demás piezas de Las Palmas y que el rendimiento del equipo eleva sus prestaciones con Viera como director de orquesta ... es innegable.

Y tanto que ha preocupado durante la semana en Almendralejo, donde el Extremadura se ha preparado a conciencia para la recepción de la UD Las Palmas. Cuenta compañeros de la localidad que Manuel Mosquera ha hecho pruebas durante estos días, cambiando piezas y reforzando un dibujo táctico con tres centrales. Esa idea parece crecer mientras el entrenador gallego de los azulgrana señala en público que conoce los secretos para frenar a Viera. Y para que Pedri se ausente de participar en el juego ofensivo de los amarillos.

Es un órdago en toda regla a la reacción de la UD Las Palmas, que la pasada semana dio muestras de recuperación cuando Pepe Mel logró unir a parte de sus jugadores más mágicos.

El reto está lanzado para los isleños. Pero requerirá que Las Palmas, con Viera al frente, no sólo tenga la inspiración en su juegue para zafarse de los grilletes que preparan los extremeños, sino que todo el equipo se ponga a la par en entrega, pugna, duelos, recuperaciones ... que el rival de la decimoctava jornada del campeonato.

Esos tres puntos del Francisco de la Hera, de conquistarlos, supondría para la UD Las Palmas haber alcanzado el ecuador de su primer objetivo (25 de los 50 puntos de la salvación), restándole aún tres de la primera vuelta para alimentar un sueño del que merece aún hablar poco.

En las novedades que podría presentarse en el partido figura la posibilidad de la vuelta de Benito Ramírez en el exterior, por delante del recuperado De la Bella. O bien mantener en esa plaza a Pedri y dar otras alas en la derecho con Cedrés o Srnic.

El resto del once parece definido, con la confirmación de Alvaro Valles en la portería. Y es que cuando algo funciona, mejor no tocar.