Ramírez celebra el título arropado por una bandera canaria

B.P.

 

Miguel Angel Ramírez, entrenador grancanario que este sábado ganó la Copa Sudamericana con el Independiente del Valle, acudió a la sala de prensa en Asunción (Paraguay) con una bandera tricolor de Canarias. "Tenemos que celebrar algo tan grande como esta Copa; tan grande para el club, para Ecuador y para cada uno de nosotros", dijo tras superar 3-1 al Colón argentino.

 

Además, dedicó el triunfo y la Copa a Mauri Quiñónez, jugador de 21 años de Independiente Juniors asesinado en el mes de mayo en Ecuador. Era internacional sub15 y sub17. "Lo tengo siempre presente", dijo el exitoso entrenador grancanario, que es asistido por el preparador físico Fran Trujillo, también ex miembro de filiales de la UD Las Palmas.

En un momento de su intervención quitó el nudo de la bandera isleña para mostrar la camiseta que llevaba entonces, con el nombre del malogrado futbolista ecuatoriano.

Sus explicaciones:

"El objetivo no era llegar a cuartos, a la final. El objetivo fue cambiando al día siguiente. Teníamos tantas ansias de ser competitivos que no íbamos a conformar con llegar a una eliminatoria. Queríamos ganar la Copa"

"Para mí este título es un premio, que no un regalo. Los regalos se dan gratis. Y uno ha tenido que hacer algo para ganar ese premio. Para mí personalmente es llegar atrás y ver muchos viajes, trabajo, entrenamientos, dificultades, ... También veo a mucha gente que formó parte de mi camino, algunos poniéndome piedras para que tropezara. Y otros ayudando para mejorar y fuera creciendo. Me acuerdo de la gente que me ayudó, que muchos de ellos están hoy aquí"

"El fútbol no siempre atiende de justicia. Pero a los equipos nos habíamos enfrentado habían dicho: este equipo huele a campeón. Lo que queríamos es merecer ser campeón. Pero esto es un juego y nunca se sabe, porque hay muchos factores"

"Creo que en todo el camino hacia la final hicimos más por ganar que por perder"