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Pekhart, errores de cálculo y 47 puntos más

  • EL OTRO PARTIDO
  • 15/09/2019 - 16:06
Pekhart, errores de cálculo y 47 puntos más Pekhart: de descartado por Mel a titular frente al Almería (C. Torres)

Manuel Borrego


Desde que Pepe Mel llegó a la UD Las Palmas tiene ante sí una colección de opiniones propias y decisiones bien analizadas. Y también una hilera de declaraciones que van inevitablemente moviéndose con el viento de la Liga.


Una de ellas es su valoración en el verano sobre Pekhart, el checo al que descabalgó de la plantilla en los orígenes de la pretemporada. Sus razones tendría cuando dijo en público que "no cuento con él". Casi en idéntico sentido con Javi y Dani Castellano. Pero en la realidad actual donde se encuentra la UD Las Palmas debería existir un manto mayor de prudencia antes de afrontar lo que el futuro depara.


Thomas Pekhart fue por primera vez titular en la UD Las Palmas en un partido de Liga desde que arribara al club en 2018. Y han pasado por la entidad hasta tres técnicos distintos, siendo Mel el último de ellos. El delantero descartado es ahora el hombre que aparece en primer plano cuando los temores del paso de Rubén Castro por el quirófano son crecientes. Casi que podríamos decir, inevitables.


El error en el cálculo del entrenador es evidente. El fútbol le ha llevado a este punto para enjuiciar a un atacante del que no puede haber una opinión concreta entre los aficionados de la UD Las Palmas. No saben si Pekhart es el adecuado para el fútbol que se propone, si sus desvíos de cabeza (el sábado ganó muchos a los zagueros del Almería) son útiles o si en él hay gol y soluciones en ataque. La prueba empírica, la acción de los partidos, es la que podría dictar porque el panorama indica que podría haber más espacio para un Pekhart que insinúa el cruce de descartado a imprescindible. Al menos para las próximas jornadas.


A Mel hay que agradecer una colección de análisis y decisiones que parecen correctas, o que el tiempo las hará más sólidas aún. Pero también hay otras que le deberían llevar a la autocrítica o a revisar sus propias convicciones. No anticipar acontecimientos en el aleatorio mundo del fútbol actual es una de ellos. Prevenirse de rivales letales en el cuerpo a cuerpo puede ser otra.


Ya ocurrió contra el Huesca, donde los espacios abiertos por la UD a los jugadores del equipo aragonés acabaron penalizándole. Ahora ha vuelto a pecar de un exceso de osadía ante otro de los conjuntos bañados en experiencia en esta Segunda División, donde la victoria está muy cara.


Pero resultaría una posición ventajista agujerear el crédito de un proyecto que pasa de cierta euforia tras el empate y partido en el derbi a la decepción del último 0-3 ante un señor equipo, como lo es el Almería. Ni una cosa ni la otra. Evitar mencionar la palabra ascenso o todos los términos que lo asocian es saludable. Máxime cuando está aún en proceso un equipo nutrido de futbolistas emergentes y con una colección de lesionados (Raúl Fernández, Benito, Araujo, Mesa, Rubén, De la Bella, Fabio, ...), estos últimos deberían preocupar más de puertas para adentro.


Porque la distancia hacia la orilla de la tranquilidad está aún a 47 puntos. Y esas son muchas brazadas por recorrer hasta junio. Todo lo demás sobra ahora.