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La carrera de Drolé enciende el Gran Canaria

  • EL OTRO PARTIDO
  • 01/09/2019 - 10:01
La carrera de Drolé enciende el Gran Canaria

Manuel Borrego


Hacía tiempo, quizá desde la etapa del galo Thievy, que el Estadio de Gran Canaria no se ponía en pie para saborear una carrera tan vertical y profunda como la que protagonizó este sábado el marfileño Jean Drolé.


Fue la jugada del 2-1, culminada con maestría por Rubén Castro ante el meta racinguista Lucas. Pero todo partió por una reacción explosiva del futbolista africano debutante. Desde que miró a los ojos a Pedri en una recuperación muy cercana al área amarilla, Drolé echó a correr como alma incontrolable.


La carrera vertical de Drolé encendió al Gran Canaria. En siete segundos recorrió 70 metros, sorteando a un adversario sólo con un gesto de cintura. Dio cuatro toques al balón, siempre en dirección a portería.


El primero que se percató de que Drolé era un tren de alta velocidad fue Rubén. El isletero, de manera astuta, se alejó del carril buscando la derecha y teniendo como referencia de la línea de fuera de juego a Alexis Ruano. Drolé eligió el momento exacto para ceder el balón y ... todo lo demás fue obra del grancanario.


La jugada no tuvo final feliz por el definitivo empate, pero Drolé dejó en su estreno muchos detalles de jugador incisivo, aventurero y ambicioso. Un reflejo de su propia vida, sin duda, al ser emigrante de un país que estaba en guerra y llegar a Italia prácticamente descalzo para luchar por su porvenir. En Las Palmas de Gran Canaria ya se ha ganado una colección de simpatizantes de su causa.