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Doreste explica que se vio forzado a dimitir en el Lanzarote

  • TERCERA
  • 19/08/2019 - 15:35
Doreste explica que se vio forzado a dimitir en el Lanzarote

B.P.


A pocos días del comienzo de la temporada en Tercera,la UD Lanzarote se encuentra en situación de tránsito interno tras la dimisión del presidente Claudio Doreste. Así lo ratifica este lunes a la redacción de Tintaamarilla en un comunicado en el que relata se vio forzado a cesar en sus funciones.

 

En una extensa versión de los hechos explica lo siguiente: "Este lunes (...) después de reflexionar detenidamente, relato mediante el presente escrito mi versión con total transparencia de los hechos acontecidos en los pasados días.


(...) El principal problema que arrastra desde hace algún tiempo y que en la actualidad ostenta la U.D. Lanzarote para seguir existiendo como club, es el saldar la deuda con la Tesorería General de la Seguridad Social que actualmente asciende a cuatrocientas veinticinco mil ocho euros con noventa y cuatro céntimos de euro (425.098,94 euros)".


Aclara Doreste que "el origen de esta deuda está en la sentencia del Juzgado de los Social número 8 de Las Palmas de Gran Canaria en la que se dice, entre otras ocas, que un jugador de la UD Lanzarote sufrió un accidente de trabajo el 27 de octubre de 2004 sin estar en ese momento dado de alta en la Seguridad Social".


Este hecho ha provocado que el deportista "sea declaración en situación de incapacidad permanente total por resolución del INSS de 28 de abril de 2008. Al no estar dado de alta", aclara el ex presidente, "el Juzgado declara la responsabilidad directa a la Unión Deportiva Lanzarote. Hoy la situación está controlada, toda vez que mediante Auto del 4 de febrero de 2014 del mismo Juzgado se establece que la obligación para la Ejecutada UD Lanzarote de abonar al INNN la cantidad de 20.000 euros cada año hasta la total liquidación de la deuda".


Sin embargo, "un problema con relación a esto es que, como la deuda no está avalada, esos 20.000 euros no van a reducir capital, ya que prácticamente va todo destinado a intereses. A esto hay que unir que en las normas de competición para la temporada 2019-20, los clubes que participen deberán remitir a la RFEF el estadio de la situación con la Seguridad Social y además de un informe de su situación económica, estableciendo tres controles, uno que acaba el 20 de septiembre, otro que culmina a finales de año y otro al finalizar la temporada".


Entre las medidas adoptadas en la toma de posesión de la nueva junta directiva era "asegurar el pago de los 20.000 euros correspondientes a esta anualidad, en caso contrario, el equipo desaparecía y no podía competir (...) Iniciar gestiones, de las cuales se está recibiendo un feedback positivo, con el objetivo de avalar e incluso liquidar la totalidad de la deuda, de este modo liberar a la UD Lanzarote de ese lastre que de no ser así podría llevar al club a su extinción".


"Mi único deseo como aficionado y enamorado de nuestro club", argumenta Doreste, "no es otro que la junta gestora siga en esa misma línea que tanto yo como mi extinta junta directiva habíamos iniciado. Un importante grupo de socios entre los que se encuentran gran parte de los que me votaron así como otros muchos más aficionados así me lo han solicitado".


En su extensa exposición, Doreste habla de sus gestiones durante el tiempo presidencial. Destaca la organización del Torneo de San Ginés, donde logró cerrar un contrato con la Televisión Canaria por valor de 1.500 euros por derechos de imagen en el partido contra la UD Las Palmas. "Una lástima que debido a una cuestión legal que me aclaró el concejal de deportes, no hubiésemos podido cobrar entradas por acceso del público al estadio, lo cual nos hubiese reportado una más que suculenta entrada de dinero a nuestras arcas ...".

Sorpresas


Desvela un asunto deportivo: "Mi sorpresa fue máxima cuando el pasado martes 13 (agosto) por la mañana, me entero por la prensa de que mi propia junta directiva pedía mi dimisión, desconociendo los motivos" (...) decidiendo en cambio cesar él a su directiva al entender que existe "una gravísima deslealtad y un intento de alcanzar la presidencia sin utilizar la vía de las urnas".


Además, puntualiza en su escrito que "decido cesar a la junta directiva, pero no hacer esto efectivo porque tanto el entrenador del primer equipo, Jero Santana, como el capitán Rosmen Quevedo me comunican que si no dimito dejan el equipo todo el cuerpo técnico, gran parte de la plantilla de jugadores y toda la base de la Unión Deportiva Lanzarote. En estas circunstancias no puedo seguir" (...) "decido por el bien de la estabilidad del club dimitir de mi cargo de presidente legítimo y electo por la masa social del club".


Se marcha de la entidad deseando mejor suerte posible a sus sucesores, pero "como socio, atento y vigilante a que se cumpla estrictamente con la legalidad vigente y con los parámetros económicos con la Seguridad Social y con la Hacienda Pública Española, a través del pago de los IRPF de todas y cada una de las correspondientes nóminas".