Eric Curbelo: Todos los palos de la baraja

Manuel Borrego

Un futbolista como Eric Curbelo entra debe contar en todas las combinaciones que pueda realizar en sus planes la UD Las Palmas. En media temporada, desde que Paco Herrera le abrió la puerta del fútbol profesional, el zaguero satauteño ha dejado muestra de estar preparado para todo, sin necesidad de más tiempo de fermentación.

Pero si la primera confianza la expresó el técnico del ascenso de 2015, cualquier incógnita la ha despejado el actual Pepe Mel, que sigue tomando notas para el futuro. Este pasado fin de semana en Pamplona a Eric le tocó jugar en los dos laterales defensivos. Primero, en la derecha, luego terminó en la izquierda cuando fue relevado De la Bella.

Su polivalencia y regularidad está fuera de toda duda a estas alturas. Ha encajado con todos los dúos de centrales que ha dispuesto el equipo con él.

Para Mel, Eric Curbelo es el quinto jugador con más minutos desde que se hizo cargo de la dirección deportiva de la UD Las Palmas. Con Mel, 11 partidos, 9 como titular 849 minutos y un gol en este tramo.

Pero es que Eric ya está por encima de los 1.000 minutos en juego, con 16 actuaciones (15 como titular) con un total de 1258 minutos.

 

Rubén, el más usado

 

A estas alturas de competición, con tantos movimientos realizados por la UD Las Palmas, en el análisis parcial de la etapa de Mel destaca Rubén Castro: 12 partidos, 1047 minutos y 4 goles en este último ciclo, al que le faltan dos partidos.

Mel ha utilizado ya 27 jugadores, añadiendo al grupo el convocado Alvaro Valles (sin debutar). Después de Rubén el más participativo ha sido De la Bella (963), seguido de De Galarreta (913), Timor (865) y el mencionado Eric Curbelo.

Siguen Alvaro Lemos (737), Aythami (720), David García (630), Raúl Fernández (532), Araujo (485), Josep Martínez (450), Blum (406), ... hasta el menos usado, el checo Thomas Pekhart (38 minutos).

 

La incorporación de Eric al campeonato es una de las principales noticias individuales de la temporada amarilla, con la insinuación que en el filial hay más piezas preparadas para idénticos cometidos.