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Aunque venda el alma al Diablo

  • CRÓNICAS
  • 16/03/2019 - 16:52
Aunque venda el alma al Diablo

Manuel Borrego


No ha podido ser más gráfico Pepe Mel antes del partido contra el Real Mallorca, en el que será su estreno como entrenador ante la afición de la UD Las Palmas. Si avivó la esperanza en La Coruña, la cita está contra los isleños baleares está en las mismas condiciones de hace una semana.


Y al entrenador no le importará el cómo si al final los tres puntos se quedan en casa. Todos los debates sobre el estilo o el quién actúe han pasado a un segundo plano; incluso las sensaciones que se puedan transmitir en el juego. La victoria otra vez se hace innegociable, aunque sea vendiendo el alma al Diablo.


Los tres puntos de Riazor se harán más fuertes si además se añade los tres de este domingo en el Estadio de Gran Canaria. El partido es como una especie de prueba de algodón de esta tercera propuesta técnica de la temporada donde hasta ahora es más importante la moral despertada que el fútbol desarrollado.


Y como el propio técnico delata, no hay síntomas de que Las Palmas pueda utilizar armas distintas ante el Mallorca que las utilizadas frente al Deportivo. La propia convocatoria en sí es señal de ello, con la principal duda en el once localizada en el relevo del lesionado Sergio Araujo. Entre Mir y Maikel Mesa, con dos estilos diferentes, está la apuesta inicial.


El equipo quiere poner todos los ingredientes para un final explosivo, que debería ser contagioso del campo a la grada. La respuesta del aficionado es una incógnita también, pero ha de valorar que en esta última ofensiva grancanaria tiene un plus que aportar con su ánimo.


El Mallorca es, a estas alturas de la competición, un rival directo también esperanzado en ser protagonista dentro de la recta final del calendario. El equipo de Vicente Moreno ha tenido que luchar durante la semana con su propio contexto social. Antes de esta cita se ha hablado más en la isla del futuro del entrenador, tentado por el Villarreal, y de los planes de la próxima campaña. Es el premio o la factura por el buen hacer, aunque las notas finales todavía están por llegar con partidos como el del Estadio de Gran Canaria.

 

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