La previa

Guerra de nervios en La Rosaleda

Manuel Borrego

Será un partido para demostrar si hay madera de equipo de ascenso. Porque los técnicos, especialmente el del Málaga, han reconocido que los equipos llegan con tensión al encuentro de La Rosaleda. La ventaja que ha adquirido el Málaga no oculta las dudas que hay sembradas sobre un proyecto que ha liderado la clasificación. Pero, ¿qué decir de Las Palmas?.

Hay mucho en juego para ambos en el encuentro. Son tres puntos vitales un día más para el conjunto amarillo, porque sabe que con ellos puede dar un salto de nivel en su rol en la Liga. Y especialmente en la moral.

Las Palmas y Málaga ya se miraron a los ojos en la primera vuelta, jugándose ambos el primer puesto de la clasificación. Y fue un cruce que debería servir como referente para la tarde de este domingo en la ciudad andaluza. Porque el grado de seguridad entonces mostrado por los amarillos fue muy elevado, para luego rentabilizar al máximo el acierto goleador de Rafa Mir.

Herrera ha comentado que espera a un Málaga con ideas similares a la que ya mostró en Gran Canaria: contener y esperar el fallo del adversario. Pero no cabe duda que ahora tendrá el equipo de Muñiz una presión extra, al tener que asumir el papel de anfitrión ante unos aficionados que, según el técnico, no las tienen todas consigo.

Los síntomas más recientes del conjunto de Paco Herrera han sido alentadores: rocosos de batir y creativo en ocasiones, aunque no aprovechadas en porcentaje que le hiciera ganar más puntos. La línea es positiva, pero ha faltado completar la obra.

La plaza vacante por sanción de Gabriel Peñalba -daño colateral del partido frente al Zaragoza- es la principal incógnita en el once titular. Herrera ha admitido que no quiere modificar el once de las dos últimas jornadas. Quizá Momo, quizá Javi Castellano o la aparición de Araujo por el centro. Son distintas las variantes en el intento de lograr sorprender a un rival que, a pesar de sus 44 puntos, no las tiene todas consigo.