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90-82: De la indignación a la euforia

El Gran Canaria, incapaz de defender al UCAM Murcia en el segundo cuarto, salva la victoria teniendo que remontar 22 puntos en contra para eludir la zona baja de la clasificación

  • CBGC CRÓNICAS
  • 20/01/2019 - 14:07
90-82: De la indignación a la euforia La euforia de jugadores y aficionados del Gran Canaria en plena remontada ante el UCAM Murcia (C. Torres)

Juan Pedro Borrego

El Gran Canaria primero enfada y luego se reconcilia con su afición. Los amarillos salvan la victoria en casa con el UCAM Murcia en un partido en el que llegaron a ir perdiendo de hasta 22 puntos en el segundo cuarto. La reacción local, basada en un cambio global de su juego tutelado por los aciertos de Rabaseda y Pauli, acabó por devolverle la tranquilidad en un choque con el que se salva de haber entrado en puestos de descenso al término de la primera ronda de la fase regular de la Liga ACB.

Tras el contacto inicial con pulso por el control por la zona incluido, durante casi seis minutos, el Gran Canaria sólo conseguía anotar de punto en punto. Los errores y la buena defensa de los murcianos bloquearon su ataque para permitir que el casillero visitante, sumando de tres en tres avanzara más rápido en el partido (8-12). El escaso virtuosismo de los isleños para obstaculizar los lanzamientos exteriores es un hándicap que necesita corregir. Con rotaciones y nuevas directrices, García logró en este estadío del choque que su equipo se enmendara. Sin alardes en ataque, pero con sacrificio en defensa al menos logró volver a ponerse por encima del Murcia en el marcador (14-12) para nuevamente caer en la constante de errores y desaciertos que permitieron a los visitantes un parcial 0-6 en los últimos minutos del primer cuarto (14-18).

Y es que a veces, el Gran Canaria es como un mecánico que pretende arreglar un motor sin ensuciarse las manos. Yendo por detrás en el marcador y ante un rival con el que se juega la posibilidad de no entrar en posiciones de fango en la clasificación se necesita darlo todo. Solo cinco faltas había cometido el conjunto de García, al que se le presupone una profundidad de banquillo superior por su condición de abonado a la Euroliga de esta temporada. De esa laxitud defensiva se aprovechaban los visitantes y otra vez sacando a relucir las miserias locales se escapaban en el marcador de nueve puntos apenas comenzado el segundo cuarto (16-25), mientras los balones seguían escapando de las manos amarillas de manera desesperante.

Veintidós puntos abajo a cuatro minutos de llegar al descanso (16-38). El ridículo sobrevolaba el Gran Canaria Arena. mientras el graderío se 'mordía la lengua' para no hurgar más en la herida de los suyos. No es que se vieran las orejas al lobo. Ahí enfrente estaba el lobo, con esos veintidós pasos de ventajas que solo se podrían reducir poniendo corazón en cada acción. Y eso lo pareció entender el Herbalife, que al menos logró equilibrar el reparto de golpes para levantarse de la lona antes de llegar al vestuario con 25-43 en los murales y mucho por debatir en el confesionario bajo las gradas.

Y ocurriera lo ocurriera en esa intimidad, lo cierto es que el Granca salió al partido con otro aire. Como si hubiera revuelto en las bolsas de deportes y encontraran esas cualidades de defensa y ataque que se habían dejado atrás al saltar a la cancha anteriormente. Así, Rabaseda puso el sazonador necesario para que la silenciosa masa del Arena se desenganchara de las redes sociales y disfrutara de lo que estaba siendo una gran remontada. Con un parcial 13-4 se entraba en el sorteo de la victoria final (38-47) y lo mejor ganar en una dinámica de juego positiva. en esos cálculos de cambio de look curiosamente no entraba Magette, relegado a la tercera plaza de los bases por detrás de Oliver y Paulí, que curiosamente empataba (56-56) el partido tras mucho tiempo de ver la luz de freno del Murcia.

Ahora ya salía todo. De las pérdidas estúpidas se pasó a las recuperaciones milagrosas y de las canastas fáciles en contra a los tapones prodigiosos al rival. En un cuarto, con 35 puntos anotados, se había hecho por parte de los locales mucho más que en los dos anteriores y empezaba ahora un nuevo partido con las puntuaciones a cero (62-62).

Paulí tomó el testigo de Rabaseda y con siete puntos consecutivos y un 'allye oop' para Pasecniks mandó el primer aviso serio al ahora desbordado UCAM (71-62). De este carro ya nos e bajó más el conjunto de Víctor García que tras adquirir una renta de 12 puntos (79-67) administró la misma para hacer imposible la remontada visitante cuando ya restaban 56 segundos y Paulí anotaba el 83-77 bajo gritos de "¡¡¡MVP!!!".

Ficha del partido:

90 Herbalife Gran Canaria (14+11+37+28): Oliver (10) , Rabaseda (15), Strawberry (14), Tillie (6) , Pasecniks (6) -equipo inicial-, Magette, Vene (6), Balvin (7), Paulí (20), Fischer y Báez (6).

82 UCAM Murcia (18+25+19+20): Kloof, Rojas (7) , Doyle (15), Rudez (10), Tumba -equipo inicial-, Soko (13), Radoncic (10), Mitrovic (6), Oleson (3), Cate (1) y Booker (17).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Martín Caballero y Javier Torres. Pitaron técnica a los visitantes Rojas (m. 24) y Rudez (m. 24) y a su técnico, Javier Juárez, (m. 40).

Incidencias: 17ª jornada de la Liga ACB. Pabellón Gran Canaria Arena. 4.882 espectadores.

Siguen fotos: C. Torres

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La euforia de jugadores y aficionados del Gran Canaria en plena remontada ante el UCAM Murcia (C. Torres)

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