3-3 en Los Olivos

El Villa sobrevive a otra injusticia

El conjunto de Israel Quintana, con garra y carácter irreverente, empata (dos veces) con diez y arrebata dos puntos al Santa Úrsula que sólo apareció tras la polémica expulsión de Uday

Manuel Borrego

El Villa de Santa Brígida, con su garra y la irreverencia ante la adversidad de la que esta temporada está haciendo gala, sobrevivió este sábado a otro encuentro en inferioridad numérica. Esta vez igualó 3-3 con el líder, Santa Úrsula, que apareció en el partido cuando el colegiado mostró la segunda tarjeta a Uday y dejó al conjunto satauteño con diez efectivos. Hasta ese momento el Villa ganaba 1-0 y controlaba las operaciones. Pero tuvo que sobreponerse al golpe moral y al esfuerzo físico extra para igualar en dos ocasiones el marcador. El tanto del empate final obra de Juanyi, que llegó cuando el encuentro moría, desató una monumental algarabía entre los jugadores de Israel Quintana.

El partido tuvo una enorme carga anímica en el campo, de principio a fin. El Villa, a pesar de sus importantes bajas en ataque, salió al campo con ganas de generar problemas a la defensa de un Santa Úrsula igualmente motivado para mostrar su condición de campeón de invierno.

Pero el fútbol satuateño estaba mejor trenzado, con más mordiente para llegar al área rival. Desarmar las líneas tinerfeñas era un reto, con un bloque bien coordinado en movimientos y roles en el campo. Sin embargo, un futbolista diferente iba a cambiar el partido a la media hora. El extremo Ojeda, pegado a la banda izquierda, le estaba dando un dolor de cabeza a su par. Jugada a jugada, con buena cintura y movimientos ágiles, había encontrado varias fisuras hasta que por fin en un disparo desde el rincón superior del área, acabó sorprendiendo a Juanje con un golazo de categoría superior.

El primer obstáculo del día ya se había superado por el equipo de Quintana. Los once titulares no echaron en falta a los que veían el partido desde el graderío. A la consistencia del Santa Úrsula le respondía el Villa con ganas, amor propio y un deseo de vaciar el depósito cada uno de sus componentes.

La primera amenaza real del Santa Úrsula se produjo en el inicio de la segunda parte cuando Nau, con un excelente chut junto al poste, vio volar a Ione para despejar con estirada felina a una mano. Esa acción fue un espejismo. El líder, al menos en ataque, seguía sin aparecer y el partido no quedó sentenciado en el inicio del segundo periodo porque el larguero repelió un disparo picado de Calem y porque Juanje mostró por qué está considerado uno de los mejores porteros de la categoría. El meta del Santa Úrsula aguantó en una salida frente a Ojeda, que gambeteó dos veces antes de disparar y encontrar los guantes del arquero rival.

Se acariciaba la posibilidad del 2-0 por presión e insistencia pero ... entonces el partido cambió de rumbo. El colegiado enseñó una segunda tarjeta amarilla a Uday, que desató una polémica entre los jugadores y banco local sin entender el motivo cuando la falta la había realizado su compañero Calem. El árbitro reconoció tras el encuentro a Uday que se había precipitado en la segunda amarilla. Con uno menos el Villa se desordenó durante algunos minutos. Y fue ahí cuando apareció la más temida versión del Santa Úrsula, que en apenas cinco minutos puso el encuentro a su favor con goles de Sebas y Nau; el segundo de ellos tras una contra desde campo propio.

Todo era gris para el Villa: el marcador, el número de efectivos y el crecimiento del rival. Quintana varió piezas y sistema. Arriesgó en defensa e introdujo a Juanyi arriba, para el fútbol directo o aéreo. Llegó el primer empate en un penalti que molestó mucho a los jugadores visitantes, argumentando al colegiado que era un caso similar al de David García en el derbi.

Quedaba mucho por vivir. Mauro anotó el tercer gol del Santa Úrsula que parecía el finiquito. Pero el Villa sacó todo lo que llevaba dentro. Con diez metió a su rival en su área y forzó situaciones de riesgo. Juanje salvó el empate a disparo de Fabio, en libre directo. Fue el preludio del éxtasis porque en una reiteración de córners llegó Juanyi y marcó el gol que, al menos, hace que no toda la fe se pierda en la justicia. Porque perder así. con un fútbol de mejor calado y una entrega sin fin, había sido un atropello.

Alineaciones:

Villa de Santa Brígida: Ione Puga, Angelo, Aythami, Chino Ascanio, Leandro (Juanyi, 79), Uday, Héctor Umpiérrez (Padilla, 77), Calem (García, 86), Ojeda, Pablo Álvarez y Fabio

Santa Úrsula: Juanje, Alex, Miguel, Vicente, Cristian, Juanqui, Pedro, Joel (Christian, 64), Nau (Keyser, 82), Mauro y Sebas (Maxi, 92)

Goles. 1-0, m. 27. Extraordinaria maniobra de Ojeda desde la izquierda. Combina, sortea, recupera el balón y, cuando llega a la frontal desde un lateral, lanza un chut parabólico incalcanzable para Juanje. 1-1, m. 67. Sebas, a la media vuelta, golpea ante Ione. El meta logra tocar el balón pero no corta su trayectoria hacia la portería. 1-2, m. 70. Contragolpe que carga el Santa Úrsula con Pedro. El centro-chut de éste llega al otro lado del campo donde aparece Nau para certificar a puerta vacía. 2-2, m. 74. Penalti muy discutido por manos en el área visitante. Lo transforma con autoridad Ojeda. 2-3, m. 79. Balón que queda suelto en la frontal y Mauro, atento, engancha con potencia y sin oposición. 3-3, m. 94. Corner por la izquierda que bota Fabio y entre trompicones Juanyi toca por último para establecer el definitivo empate.

Arbitro: Miguel Hernández González, auxiliado por Juan José Trujillo y José Mendoza. Expulsaron a Uday, por doble amarilla, en el 65. Amarillas a Aythami, Calem y el portero suplente Carlos (Villa), Juanje, Alex, Cristian y Juanqui (Santa Úrsula).

Pormenores. Partido del grupo canario de Tercera División disputado en Los Olivos, para cerrar la primera vuelta con el título de invierno para el Santa Úrsula. Al final se produjeron incidentes, empujones y palabras entre jugadores de ambos equipos cuando ya se habían retirado al túnel antesala de los vestuarios.

Sigue bloque de fotos: C. Torres