2-0 en los Olivos

El Villa gana y sigue creciendo

Los goles de Héctor y Santi, antes de la media hora, derrumban las aspiraciones de Las Palmas C pese a las alternativas tácticas ofrecidas durante el partido

Manuel Borrego

Victoria de calidad del Villa de Santa Brígida, al imponerse este jueves 2-0 a Las Palmas C en Los Olivos. El conjunto de Israel Quintana logró colocarse a la par en puntos que el líder Tamaraceite -que jugará el sábado- después de hacerse fuerte una vez más como equipo local.

El encuentro tuvo dos caras diferenciadas, aunque el filial amarillo no tuvo en momento alguno la posibilidad de igualar o remontar. El Villa logró una renta sustancial que, pese a las variaciones tácticas realizadas por Ángel Sánchez, supo defender con solidez en todas las zonas del rectángulo de juego.

Durante 40 minutos, Las Palmas C no tuvo presencia en el campo del Villa de Santa Brígida. Los zagueros y porteros satuateños disfrutaban de una mañana plácida. En ese periodo, el equipo filial había encajado ya dos goles (obras de Héctor y Santi) y su intento de actuar con un delantero fantasma no inquietaba a los locales.

El hombre más avanzado era Pipo, pero hasta esa posición -que a veces abandonaba el espacio para generar la duda a los centrales Aythami y Juanyi- apenas llegaban balones. Y el Villa se atrevía a avanzar líneas de presión para resolver sus iniciativas ofensivas.

El Villa estaba muy consistente en todas las parcelas del campo. Si no tenía balón había cuchillo entre los dientes en los jugadores locales, peleando cada posesión como la última. Y más aún crecía su moral cuando, a los 16 minutos, acertó a marcar en una jugada de estrategia desde la esquina. Calem desplazó el balón hacia el primer poste donde Héctor Umpiérrez puso la bota para sorprender a los amarillos.

El entramado del filial se resentía. El Villa llegaba con peligro aunque en contadas ocasiones. Pero Santi Ojeda, en una galopada, acabó por poner antes de la media hora el 2-0 batiendo a David Ramírez y creando un agujero importante en el marcador.

La lesión de Omar 'permitió' a Ángel Sánchez adoptar una rápida decisión. Quitó al central, desplazó a Juan hasta la retaguardia y colocó un hombre de referencia (Yeremi Betancort) entre los últimos de la línea de cierre local. En pocos minutos el argumento del partido fue cambiando. Y pudo hacerlo en mayor medida si el colegiado señala penalti una caída de Anthony, muy protestada por los visitantes, en el área.

Ángel Sánchez todavía dio una vuelta de tuerca a la hora de juego. Cambió a los dos laterales en el intento de tener más presencia en campo adversarios. Se bastó con Juan, Alex Hernández y Stephane para achicar balones defensivos. Pero en realidad el partido ya estaba inmerso en una gran batalla en la zona central, sin que se produjeran otras aproximaciones de relevancia en las zonas de área.

A Ione Puga no le llegó el peligro pero ya a su colega adversario tampoco. La labor de desgaste estaba realizada y el partido corrió sin nueva definición hacia su final, con triunfo incontestable de los satauteños.

Alineaciones:

Villa Santa Brígida: Ione Puga, Uday, Aythami, Juanyi, Leandro, Calem, Héctor Umpiérrez, Fabio (Ojeda, 81), Santi, Pablo Álvarez (Gabri, 67) y Javi Trujillo (García, 85)

Las Palmas C: David Ramírez, Anthony (Abid, 63), Omar (Yeremi Betancort, 40), Stephane, Benji (Kilian, 63), Suso, Juan, Alex Hernández, Pipo, Alejo y Brian Cebolla.

Goles. 1-0, m. 16. Córner desde la izquierda que bota raso Calem. Héctor Umpiérrez está atento en el primer palo para desviar el cuero a la red. 2-0, m. 29. Error en el centro del campo en un balón perdido por Anthony que propicia un rápido contragolpe llevado por Santi. Este salva la salida de David Ramírez y dispara. El balón entra tras tocar el poste.

Arbitro: Rayco Marrero García, auxiliado por Adrián Marrero y Alejandro Valentín. Amarillas a Ione, Uday, Pablo Álvarez y Fabio (Villa), Anthony, Kilian y Yeremi (Las Palmas)

Partido adelantado del grupo canario de Tercera División, disputado en el Estadio de Los Olivos.

Sigue bloque de fotos: C. Torres