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La memoria del club

El despacho técnico de Las Palmas

La mejor etapa de la entidad tuvo como vigía de la plantilla a Jesús García Panasco, gestionando una idea de fútbol y los recursos deportivos durante 33 años

  • ENTRE BASTIDORES
  • 23/05/2018 - 19:20
El despacho técnico de Las Palmas

M.B.

Este viernes comienza un nuevo ciclo técnico en la UD Las Palmas, comenzando con la llegada del nuevo responsable de la secretaría técnica. El gallego Toni Otero, hombre de reconocido prestigio en el fútbol base de su Comunidad y de todo el país, tiene la misión de avanzar en el dibujo del nuevo proyecto en Segunda División donde, en palabras de Miguel Angel Ramírez, se forjará un equipo con "hombres" antes que "nombres".

Otero es un nuevo nombre que añadir a la administración deportiva del club grancanario, en espera de las siguientes decisiones que están asociadas a su llegada.

El cambio es el peaje de un fracaso deportivo. Porque la memoria del deporte es selectiva en situaciones análogas a la que ha vivido la UD Las Palmas en la temporada 2017-18: se olvida del cúmulo de aciertos que llevaron al equipo hasta la Primera División y se fija en los hechos de la caída. Así está construido el deporte profesional o, los modelos actuales donde las prioridades se alternan. Porque los resultados lo devoran todo.

Estos cambios hablan de la salud deportiva de los clubes. La desnaturalización de los mismos, incluso, como definió recientemente Miguel Angel Ramírez al hablar de lo ocurrido en el club amarillo que no supo contener la fuerza de un tsunami que le ha devuelto a la Segunda División.

Otero es el relevo de Luis Helguera en una nómina de secretarios deportivos que apenas alcanza la veintena en la historia del club. En realidad, la fuerza que hizo posible la UD Las Palmas fue precisamente una gestión deportiva para aunar a los mejores de los cinco clubes notables de la capital grancanaria en 1949. Pero la máquina del tiempo se fija en el nombre de Jesús García Panasco como el primer gran gestor deportivo del club.

Los pilares de la mejor etapa de la UD Las Palmas están bajo su nombre, con la consideración de secretario general de la entidad durante tres décadas (1958 a 1991). Llegó a Las Palmas luego de conocer el fútbol en los banquillos y sus conocimientos de esa jungla deportivo hicieron que durante 33 temporadas el equipo firmara una progresión que le llevó a las más altas cotas.

El fútbol entonces era distinto. El derecho de retención de los futbolistas y la buena producción de las islas hicieron que el trabajo de García Panasco fuera en línea recta durante muchas campañas. Y, además, coincidió todo aquello con la emergencia de una generación diabólica de jugadores, una filosofía intachable, la gestión magistral de Luis Molowny y la pasión de un graderío encendido por un fútbol con denominación de origen.

El secretario general era, en realidad, el presidente, el director deportivo, el asesor y hasta el utillero de un club cuyas huellas son reconocibles.

Antes del fin del ciclo de García Panasco y tras colgar los guantes, emergió la figura de Antonio Betancort con ese cargo en los años setenta. Los viajes al cono Sur de América proporcionaron a la UD Las Palmas los fichajes más exitosos a un coste económico razonable. Se asociación a Panasco y Betancort las venidas de Soto, Fernández, Carnevali, Wolff, Brindisi, Morete, ... hasta Koke Contreras, sin dar la espalda a una cantera que siempre generaba complacencia con la grada.

Esa idea de jugadores canarios reforzados con foráneos de calidad, selectivos, perduró hasta entrados los años noventa.

La secretaría técnica recayó también en manos conocidas, como fueron las de José Manuel León y Germán Dévora, ambos también entrenadores del equipo. León nos recuerda que en su etapa había reticencias a las propuestas que realizaba de jugadores peninsulares, como "los casos de Juan Señor, Modesto o el propio Petón, a los que propuse para venir al club. Pero los directivos de la época no lo aceptaron".

Betancort, León y Germán son los tres ex futbolistas del club que han ejercido en este cargo que está siempre en el alambre.

Nuevos conceptos

Los conceptos fueron cambiando en los noventa; ya con la ley de circulación de ciudadanos europeos condicionando el mercado futbolístico. En ese viaje aparecieron otros nombres en la secretaría técnica de la entidad, como Iñaki Sáez (más tarde seleccionador nacional) o Pepe de La Rosa (dos etapas).

El descenso a Segunda División de 2002 trajo en abundancia trabajo al siguiente gestor de la secretaría técnica, Manolo Torres Baena, con la necesidad de cambiar por completo una plantilla cuyo coste era insoportable por otra nueva, todo ello en plena etapa de deuda galopante de la entidad.

Fernando Abad, Javier Vidales, Toni Cruz, Oscar Arias, Branko Milovanovic, Nico Rodríguez, Luis Helguera y Toni Otero muestran en los últimos años del club relevos en el cargo con una aceleración mayor, al ritmo de los nuevos tiempos donde todo se vive más deprisa. No consideramos en la lista a Juanito Rodríguez porque su cargo era de director deportivo. Estos nombres pertenecen a la etapa de Miguel Angel Ramírez, previa y durante su presidencia.

Otero llega con la mesa llena de trabajo y los teléfonos sin descanso. Ese es el plan.