M.B.

A la UD Las Palmas le quedan partidos amistosos de gran valor aún, frente al CD Tenerife (en dos ocasiones), contra Cádiz y Málaga o Villarreal para terminar una pretemporada que tiene más luces que sombras hasta el momento.

Hay muchos aspectos del juego y de las individuales por descubrir todavía. Porque queda por pulir, incluso durante la propia competición. Pero hay detalles que merece una evaluación positiva y otros aún por mejorar.

En esa balanza global, en síntesis, sin duda la relación de la banda izquierda es lo más llamativo en la UD Las Palmas. La búsqueda constante de Viera a Vitolo y viceversa es algo natural, que procede de los orígenes futbolísticos de ambos en el club amarillo.

La UD Las Palmas dispone hasta el 1 de enero del que posiblemente es ahora el jugador nacional más determinante de la Liga española. La zancada actual de Vitolo, aún siendo pretemporada, es extraordinaria y la acusan todos los rivales. Viera le encuentra esos carriles y Calleri está llamado a sacar mucha tajada de ello.

Vitolo le da mucho sentido a todo el trabajo del juego amarillo. Y, como por momentos logró hacer Jesé en su aparición, le entrega profundidad y velocidad al juego de pases de los grancanarios.

La fidelidad a este estilo es, a nuestro juicio, un valor intacto en la actual etapa de Manuel Márquez. No se ha prodigado como en la primera vuelta de 2016-17, pero el propio Besiktas por momentos sufrió mareos ante la calidad de la posesión de la UD Las Palmas.

Esos aspectos por descubrir también se refiere al juego a balón parado (Márquez sacó mucho rendimiento la pasada temporada con el filial) y al fútbol sin posesión, que es un talón de Aquiles tradicional en la UD Las Palmas.

En los valores en rojo encontramos ese gusto aún no disuelto a asumir riesgos en campo propio. Las abundantes y peligrosas pérdidas, ante rivales adiestrados para ello como son los de la Primera División, fueron caballo en la segunda vuelta del año de despedida de Setién. Las Palmas lo pagó caro y ha de proponerse erradicarla o asumir las menos posibles.

Este punto es, sin duda, un valor de debate para el cuerpo técnico porque no puede contradecir al estilo propio del equipo, aunque sí encontrar soluciones.

Y entre las incógnitas aún por resolver, al menos de cara al exterior, es conocer cuál es el papel de Boateng en el ataque amarillo. La lesión que ha sufrido en el verano ha impedido verle como se le conocía, siendo además uno de los principales rematadores del colectivo. Está también por saber cómo encajar a Tana o Halilovic en ese juego de combinaciones, quién tiene prioridad sobre el otro o cuál es la función definitiva de un recuperado Sergio Araujo.

En apenas 20 días, el caldo a fuego lento ya debe tener el sabor de la buena mesa.