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Episodio 4

Y con Gilberto llegó el escándalo

El traspaso a la UD de la joya blanquiazul, por 3,5 millones de pesetas, provocó una crisis en el CD Tenerife hace 50 años, forzando la dimisión del presidente López Gómez. Pero Las Palmas se estaba rearmando

  • LA EPOCA DORADA
  • 17/07/2017 - 15:24
Y con Gilberto llegó el escándalo

Manuel Borrego

En el mes de junio y julio de 1967 se estaba rearmando una UD Las Palmas que iba camino de firmar sus dos temporadas más importantes en la Liga española, con las dos mejores clasificaciones históricas conocidas (segundo y tercer puesto). Aquel equipo que tuvo que coger Luis Molowny para evitar primero el descenso, serenó sus aguas en el periodo entre Ligas, tras la permanencia en Primera, buscando mejorar su plantilla.

Molowny fue fiel a sus principios: el fútbol ya estaba en la plantilla, había que rescatarlo con sus funciones técnicas además de mejorar al equipo con alguna llegada. Y fue así cómo la UD Las Palmas miró de nuevo hacia Tenerife para captar a la mejor pieza del equipo blanquiazul, que no titubeó en aceptar la llamada del equipo amarillo.

En una operación relámpago, Jesús García Panasco cerró el traspaso de la joya blanquiazul, Justo Gilberto, que con apenas 24 años ya era el futbolista de referencia en el Rodríguez López. "Elegí Las Palmas porque quería seguir jugando con los canarios. Tenía ofertas del Zaragoza, Barcelona y Málaga", reconocía el centrocampista al estampar su firma con el club grancanario. "Pero las desestimé. Creo que esta oferta es buena para mí. Marqué la pasada temporada 17 goles con el Tenerife y creo que ha llegado el momento de este cambio".

El entrenador Molowny también reconoció en su día, 50 años atrás, que apenas había visto "dos partidos de Gilberto, pero siempre lo hizo en tono alto". Se dejó guiar por Carmelo Campos y por el buen olfato del secretario técnico del club, García Panasco.

Justo Gilberto, agachaco en el centro y con el balón, en una formación del CD Tenerife en el Heliodoro (NR)

3,5 millones de pesetas

Las Palmas ya había incorporado del fútbol tinerfeño a Martín Marrero, José Juan y Gilberto Rodríguez. Por Justo Gilberto, que pasaría a llamarse Gilberto II en Las Palmas, se abonó un traspaso de 3,5 millones de pesetas, además de ceder a cuatro jugadores -dos con carácter definitivo- al equipo blanquiazul: Tony, Pepe Juan, Vicente y Correa.

La operación era muy provechosa para un Tenerife arruinado, que esperaba el respaldo cabildicio para cubrir 25 millones de pesetas en impago. Sus apuros eran notables, pero Las Palmas aportó un dinero y jugadores que bien pudieran aliviar la situación del vecino futbolístico.

Pero a mediados de julio de 1967, hace ahora medio siglo, la situación en Santa Cruz explotó. Una oleada de comentarios en prensa tinerfeña y críticas a la gestión de López Gómez, apoyada en la desdicha de haber entregado al jugador estrella a la UD Las Palmas, provocó una crisis interna que llevó a la dimisión del presidente blanquiazul y de sus más directos colaboradores.

Gilberto, Martín y Gilberto Rodríguez, tres de los tinerfeños de la UD Las Palmas (NR)

En un intento desesperado, los nuevos rectos del CD Tenerife intentaron revocar un traspaso que estaba ya realizado aunque todavía el equipo amarillo no había iniciado sus actividades de cara a la siguiente temporada.

Con Gilberto llegó un escándalo interinsular, que fue poco a poco apagándose.

Las Palmas no se equivocó con el fichaje

Sin embargo, después de Gilberto II se abrió una brecha de algunos años de paralización del puente marítimo hasta la llegada de Felipe Martín.

Las Palmas no erró en sus cálculos. Justo Gilberto encajó a la perfección en un equipo que ya estaba bien armado. El centrocampista fue un hombre llegador, con buen remate y complemento al juego de toque de Germán y compañía.

El segundo y tercer puesto en el campeonato de Liga fue la primera aportación del jugador tinerfeño, que ya como amarillo llegó a acariciar incluso la internacionalidad absoluta.

El debut de Gilberto se produciría en el Estadio Insular, el 8 de octubre de 1967, frente al Sabadell, anotando en el segundo tiempo el gol de la victoria grancanaria. Le fue fácil asimilar la Primera División después de seis temporadas en el CD Tenerife, donde llegó a debutar también en la máxima categoría con 18 años de edad.

Su concurso en la UD Las Palmas fue valioso con un total de 231 partidos oficiales, de los que 202 corresponden a la Primera División, cinco a competiciones continentales y 24 a las eliminatorias de Copa. Marcó 31 tantos, 29 de ellos en la Liga en la máxima categoría.

Gilberto, ante la salida del barcelonista Reina, en el Nou Camp (NR)

Su nombre está en el debut de la UD Las Palmas en la Copa de Ferias (17 de septiembre de 1969) frente al Hertha de Berlín (0-0), en el Estadio Insular, y disputó también al completo la vuelta (1 de octubre de 1969) en el Estadio Olímpico de Berlín, con el solitario tanto de Patzke que decantó la eliminatoria a favor germano.

También jugó los dos partidos frente al Torino. El del 2-0 del Comunale (13 de septiembre de 1972) y el de la extraordinaria remontada 4-0 en el Insular (27 de septiembre de 1972), considerado este encuentro como el mejor en la historia de la UD Las Palmas.

La despedida de la UD Las Palmas se produjo en 1974, para volver a Tenerife con las aguas ya serenas. Su gran momento personal lo eligió el seleccionador Eduardo Toba a realizar una convocatoria en la que el conjunto grancanario aportaba seis futbolistas. Justo Gilberto acarició su debut internacional absoluto en tres oportunidades, sin llegar a lograrlo: En el partido amistoso ante Francia disputado en Lyon (1-3, 17 de octubre de 1968), el encuentro de clasificación mundialista en Belgrado frente a Yugoslavia (0-0, el 27 de octubre de 1968) y el empate con Bélgica en el estadio Bernabéu (1-1, el 11 de noviembre de 1968).

Ese instante no le llegó, pero se le recuerda como uno de los grandes protagonistas de las hazañas que firmaría la UD Las Palmas especialmente en las campañas finalizadas en 1968 y 1969. En 2012 falleció a los 69 años de edad, dejando esta huella que es imborrable en su paso por la UD; un club que no le resultó indiferente.

La última visita de Gilberto a Gran Canaria, en 2011, saludando a Germán Dévora (C. Torres)

El seríal del 50 aniversario, en este enlace: AQUÍ

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