La hora del mandador aprendiz Jorge Rivero

El nuevo técnico del Castro Morales afirma que "estuve con los mejores; el técnico perfecto saldría entre Luis Ramos y Juan Martel"

M.B.

"Aprendí de los mejores. Creo que el entrenador perfecto sería uno intermedio entre Luis Ramos, para perfeccionar la técnica de lucha canaria, y Juan Martel, para elegir la mejor estrategia de mando. Esa suerte la he tenido y es lo que quiero ahora demostrar".

Así se expresa Jorge Rivero (Telde, 27 de noviembre de 1988) para los lectores de Tinta Amarilla, antes de asumir su primera temporada como responsable del banquillo del club que lleva clavado en el alma: Castro Morales. El bregador teldense tuvo que culminar de forma súbita su etapa de deportista, hace un año. Lo hizo por obligación, porque una lesión en la espalda le amenazaba seriamente y los doctores a los que consultó se lo hicieron saber.

Pero el terrero tuvo entonces un guiño con el luchador teldense. Su última actuación en la arena se vio compensada con el trofeo de lucha corrida de 2015. Y, ahora, apenas unos meses después, es técnico de estreno en la Primera que se aproxima para 2016-17.

"Estoy muy ilusionado. Desde que sentía que iba a acabarse la lucha canaria para mí, al menos a nivel de deportista, me fui preparando para un día dirigir a un equipo desde el banquillo. He estado muy atento, con los ojos abiertos", admite Rivero. "No me compensa del todo, porque siempre tuvo ilusiones por agarrar pantalón. Pero me da la oportunidad de seguir ayudando a mi club y así lo haré".

Jorge siente que, además, empieza con muchas ayudas. Una de ellas es el nuevo puntal del Castro Morales, Carmelo Rodríguez del Toro. "Porque es un gran deportista y, además, sabe muchísimo de lucha canaria. Creo que en torno a él se está organizando una plantilla muy bonita. Nuestros objetivos están condicionados, como es lógico, a hacer el mejor papel posible. Y, si podemos, colarnos en una final a ver qué pasa. Pero los equipos con puntales A en sus filas son los que en teoría serán favoritos".

Jaime y Jorge Rivero, el día de la retirada como luchador del segundo (C. Torres)

La reducción de clubes de Primera en la próxima temporada -de momento siete- no le preocupa al nuevo mandador. "Al contrario. Es un número perfecto porque nos permitirá organizar mejor la temporada, que no sea tan larga ni tan cansina".

Lamenta Jorge la pérdida temporal de su hermano Jaime, porque "es un luchador fundamental en el equipo. Pero le hemos animado a que este año no esté aquí, porque necesita un cambio. También echaré de menos a mi otro hermano en la lucha, como ha sido Jonay Alemán. Le deseo lo mejor. Ha sido un luchador que nos ha enseñado mucho en su paso por el Castro Morales".

Jorge le ve futuro al club teldense. "Estamos ante una temporada de cambio. Pero la cantera viene bien. Nuestro equipo cadete, que en su mayoría continúa, es vigente campeón insular. Y tenemos muy buenos juveniles, aunque podamos perder a alguno. Guanhabén Vega es un gran fichaje para el club. Va a tener mucho trabajo y estamos convencido de que su labor se dejará notar en los chicos".

Jorge está en ello ya. Apenas cuatro semanas más y la pretemporada comienza, con la preparación física como primera etapa. Su mundo en el deporte entra en otra dimensión.

Jorge, a la derecha, observa la conversación entre Jonay Alemán y Juan Martel (C. Torres)