
Setién no es de hielo. Este miércoles al reencontrarse con los suyos dejó por un momento esa imagen habitual de hombre de firme semblante. Tiene su punto también y así, al ver a su hija en Barranco Seco tras días de ausencia por profesión, se abrazó a ella con un "tenía ya ganas de verte". La tierna imagen del día, refrescante ... como el equipo que él gobierna.



