"Todas las decisiones del árbitro nos perjudicaron" dijo el entrenador del RC Celta, Eduardo Berizzo, tras asumir la derrota 2-1 en el Estadio de Gran Canaria. Consideró injusta la derrota de su equipo y calificó como decisiva la actuación arbitral. Pero "nunca opino de los árbitros y tampoco lo voy a hacer hoy".

Decía el entrenador argentino que su equipo había merecido "el premio del empate". Habló del penalti que "metió a Las Palmas en el partido" y también cuestionó la segunda tarjeta a Orellana, por piscinazo en el área que Sánchez Martínez consideró teatro.

El piscinazo de Orellana, que le costó la segunda amarilla (Fernando Sánchez)