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Un gol de delantero honesto

Willian, agarrado y derribado en el área con el tiempo cumplido, mete ganas, persigue el balón de Roque y con la punta de la bota enciende otra vez la esperanza en su Maracaná isleño

  • LA MOVIOLA
  • 31/01/2016 - 17:11

M.B.

Willian José fue el delantero más importante del Real Zaragoza en el tramo final de la pasada Liga en Segunda División. Lo sabe bien la UD Las Palmas. Sus goles más valiosos llegaron en el tramo final de la campaña y colocaron al equipo maño en la promoción de ascenso y a las puertas de la Primera División. La plaza se la arrebató Las Palmas, in extremis.

El ariete brasileño vino a Gran Canaria a hacer carrera. Está buscando el sitio definitivo. Lo hace en silencio, sin alzar la voz, sin incomodar a nadie. No se le escuchaba cuando era suplente y ahora, que está en el once de todos los domingos, tampoco alza la voz. La diferencia del Willian que llegó al que ahora actúa es la confianza. Cree en sí mismo mucho más que entonces y Las Palmas cree en él, hasta el punto que el planteamiento de prolongar su vida de amarillo no debe serle descabellado. Está buscando un sitio donde echar raíces y donde confirmar lo que vieron los técnicos de la Confederación Brasileña de Fútbol para llevarle a las canarinhas inferiores.

Willian ha marcado su segundo gol en un tiempo añadido, que vuelve a ser el de la euforia cuando nadie lo esperaba. El delantero honesto pelea hasta la última gota de sudor, hasta la última pelota. El pase del 2-1, de Roque Mesa, no era bueno, pero sí profundo y aventurero. Willian lo vio y no se quedó atrás. Su poderoso físico puso en aprietos a los cansados zagueros celestes que metieron el cuerpo para ponerle un muro u obstaculizarle. Willian no les creyó. Sólo veía el balón y, como ariete puro, metió la punta de la bota para desviar a ver qué pasaba.

Logró superar por encima a Sergio Fernández y coronar otra noche en la que su sacrificio y humildad futbolística le brindan a la UD Las Palmas una nueva oportunidad. No se esconde, está ahí; infiltrado o no se ha metido de lleno en el corazón de la grada. Y tiene mucho por hacer.

Este domingo volvió a ver su Maracaná canario feliz con otra obra suya. Pudo marcar antes con mayor estética, pero el 2-1 al Celta, de esta manera, sabe todavía mejor.