M.B.

Pacuco Rosales,entrenador de la UD Las Palmas en 1995-96, fue el hombre que dio la alternativa a Juan Carlos Valerón en el partido de La Palma frente al Mensajero, aquel 21 de septiembre de 1995. "Aunque en aquella convocatoria entró por una incidencia", recuerda con frescura a Tinta Amarilla. "Eduardo Ramos se había lesionado en el entrenamiento anterior, al sufrir un fuerte golpe con Socorro. Y entonces decidimos llevar con el grupo a Valerón, que ya se entrenaba con la dinámica del primer equipo y era un jugador importante en filiales".

La historia relaciona a ambos nombres. Valerón entró al campo para jugar unos minutos pero "más tarde siguió en el primer equipo, participando en el ascenso de la temporada en Segunda B. Ya se veía venir que Valerón iba a ser un gran futbolista. Tenía muchas cualidades aunque en aquel primer momento (tras llegar procedente de Arguineguín) tocaba formarle físicamente, donde ofrecía algunas carencias. Pero la calidad estaba en él, la tenía desde siempre y lo demostraba en cada entrenamiento con los profesionales de la Unión Deportiva Las Palmas".

El salto a la plantilla profesional, en realidad, "resultó sencillo" aunque Las Palmas estaba inmersa en su cuarta temporada consecutiva en la categoría de bronce y necesitaba de un éxito deportivo para jugar en Segunda División. "El fútbol de Valerón ha sido reconocible en todas sus etapas, también lo es hoy. Conserva muchas características técnicas y su juego. Pero además, se ha ganado a lo largo de estos años el respeto de todos los estamentos del fútbol, desde rivales a compañeros propios. Porque si como deportistas ha sido extraordinario, he de añadir que como persona es lo máximo".

Veinte años después, Pacuco no puede más que ofrecer su alegría personal por haber apoyado desde su cargo de responsabilidad a dar la iniciativa a uno de los mejores jugadores canarios de todos los tiempos, con 46 presencias absolutas en la selección española. "Es imposible que Valerón se desvincule del fútbol. Nadie piensa en ello. Ahora mismo él tiene que pensar que su etapa como jugador está terminando y ha de encontrar un lugar vinculado al fútbol, para que pueda aportar toda su experiencia. Ese es su destino: seguir en el deporte" que le llevó a lugares muy altos.