Dos maneras de celebrar un gol al Alavés

Herrera, tras ser preguntado por el estado anímico de Ortuño, pide aparcar egos personales ante la llegada del play off, el momento de que todos sean uno

M.B.

Momento de play off, momento de todos, de equipo. "No hemos hecho nada", dijo Juan Carlos Valerón en El Molinón, uniendo a la totalidad de sus compañeros en el centro del campo tras eliminar al Sporting. El Palanca se convertía en el coach de la pasada temporada. También el presidente, Miguel Ángel Ramírez, cuando arengó en varias ocasiones a sus futbolistas para recordarles lo que está en juego. No puede haber divisiones; un fractura de un segundo puede costar un ascenso. Un despiste, una relajación, alguien que no entregue el ciento por ciento. Todo cuenta y no hay espacio para la reacción.

Paco Herrera viene dando pistas durante las últimas semanas en sus manifestaciones. Este domingo recibió una pregunta sobre la ausencia anímica (en apariencia) de Alfredo Ortuño. Y de inmediato el entrenador habló de aparcar egos y trabajar por el grupo. Un mensaje que se añade al emitido apenas 24 horas antes cuando habló de la misión especialista de la ayuda externa para el play off, porque "de lo que se trata es de hablar de aquí hacia adelante, no de lo de atrás".

Las palabras de Herrera se asocian directamente con algunas escenas del último partido de la fase regular y sus goles. Ortuño reaparecía en el once titular de la Unión Deportiva después de cuatro encuentros. Y marcó. La celebración del 2-0 fue fugaz; él mismo no expresó el valor de su tanto. Esa imagen contrasta con el coro colectivo tras el 3-0, en la segunda parte, obra de Héctor Figueroa. El delantero grancanario subía su primer tanto a la cuenta personal en la que era su sexta actuación en la Liga, ninguna como titular. Todo lo demás se explica en imágenes.

El modo en que Ortuño disfrutó de su gol frente a la Ponferradina, durante la segunda vuelta del campeonato. Todo un contraste (C. Torres)