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Germán dibuja a Tonono: "Era garantía, elegancia y sencillez"

El presidente de honor de la UD Las Palmas y ex compañero del mítico defensa considera un acto de justicia el homenaje y la edición de una biografía del jugador que marcó una época en la defensa del equipo amarillo

  • TONONO: 40 AÑOS DESPUÉS
  • 04/06/2015 - 13:30

Manuel Borrego

Germán Dévora fue el capitán que sucedió a Tonono Afonso, el mítico jugador internacional fallecido el 9 de junio de 1975. El Maestro, presidente de honor de la UD Las Palmas, siente que "ya era hora" que se publicara una biografía del jugador que durante décadas fue referente internacional del fútbol de Canarias y una de las leyendas de la mejor etapa del representativo grancanario. Dévora acompañó este jueves a Tinta Amarilla para hablar de su compañero, de su amigo y de un jugador que dejaría en él una huella. Le define en sus manifestaciones con tres conceptos futbolísticos: "Tonono era garantía, elegancia y sencillez".

En la entrevista, Germán descubre las cualidades profesionales de un hombre que lideró al equipo desde la retaguardia, porque "nuestra columna vertebral estaba compuesta por Tonono, Guedes y luego en mi caso". Fue un ejemplo de profesionalidad y tuvo un desenlace vital sorprendente. "Ninguno de los jugadores de la plantilla le vio más después de aquel lunes, tras venir de Málaga". La muerte de Tonono llegó en apenas unos días, causando un vacío que, cuarenta años después, trata ahora de cubrirse con el libro de José Hernández, que lleva el epígrafe "líbero de leyenda".

Así son los recuerdos y las valoraciones del Maestro:


Un acto de justicia

"En primer lugar he de decir que el hecho de que se espere cuarenta años para un homenaje merecidísimo a Tonono y que por fin se dedique un libro hacia su memoria es un poco triste. Con Tonono ha ocurrido así. Al margen de todas las virtudes profesionales como jugador, fue un ejemplo para todos los chicos jóvenes que llegaban a la Unión Deportiva y se miraban en él. Tiene un mérito añadido: Fue internacional en 22 ocasiones durante una época en la que se jugaban dos o tres partidos de la selección al año y en los que Las Palmas se debatía en zonas de permanencia. Fue internacional antes que todos los restantes canarios de la época, con cuatro años de antelación. Eso nunca se ha ponderado con justicia. Me gustaría resaltarlo porque como futbolista fue un icono para el resto y nunca a nivel local se le otorgó todo el mérito que debería habérsele entregado en vida. Ya con 31 años hizo mérito para todo tipo de homenaje y se marchó sin recibirlos"

Tonono y Beckenbauer, irrepetibles

"En varias manifestaciones mías en relación a Tonono siempre dije que existían dos líberos de extraordinario nivel en Europa: Beckenbauer y él. Sin embargo, como hombre libre de la defensa, el mejor de todos fue Tonono. El alemán era diferente, porque tenía proyección atacante. Pero nuestro compañero era mejor defensor, que era su misión en el equipo. Leía las jugadas, arrebataba con limpieza el balón al contrario, lo hacía con una elegancia que nunca vi salvo en el caso de Beckenbauer. Esos dos jugadores son irrepetibles, aunque más tarde vimos a otros grandes defensas a nivel internacional. Pero la categoría de ambos, por elegancia y sencillez en algo tan difícil en el fútbol, solo la poseían ellos"

Él y Hernández, siempre regulares

"Tonono conocía bien a todos los contrarios. Los leía en el campo, sabía cuáles eran los movimientos de ataque y se anticipaba. Parecía que sus botas tenían un imán con el balón, porque metía el pie justo en el momento en que los delanteros maniobraban y rara vez le sorprendían. No soy capaz de definir su mejor partido. Jugué con él desde la juventud y siempre fue igual en el campo. Su caso es como el de Guillermo Hernández (lateral de banda izquierda): su rendimiento era siempre bueno, destacado, con indiferencia del rival al que nos enfrentáramos. Era raro verle un fallo, siempre brillaba y en todas las crónicas él era el mejor junto a ... Daba igual. Por eso nos acordamos especialmente de la vez que marcó un gol al Atlético de Madrid u otro al Celta. No solía hacerlo. En Tonono no existía un día malo y siempre destacaba. Era una garantía, repito; con elegancia y sencillez"

Las fotos inmortales

"Antes, los futbolistas no dábamos valor a cosas que nos ocurrían. A Antonio Lemus (premio Canarias de Comunicación) le gustaba juntarnos con nuestros rivales para hacernos fotos. Tenía esa visión que hoy sabemos comprenderla y agradecerla. Tonono con Beckenbauer, una foto mía con Cruyff, la foto con Pelé, ... Nosotros lo tomamos con naturalidad pero hoy comprendemos el valor que tienen esos momentos, al pasar los años. Nosotros admirábamos a los contrarios. Aquel día, en el amistoso contra el Bayern de Munich, se juntaron los dos mejores centrales del Mundo en el Estadio Insular"

El recurso del túnel

"Yo no recuerdo bien muchas cosas del partido contra el Bayern, porque ha pasado mucho tiempo. No recuerdo bien todo lo que ocurrió o el puente de Beckenbauer. Esa jugada era un recurso que yo utilizaba. Recuerdo uno en especial que le hice a Cruyff. Fue una revancha porque minutos antes él (el holandés) vino a hacérmelo a mí en una jugada anterior. Y yo cerré las piernas y lo evité; luego se las cobré (risas mutuas). El túnel era un recurso en el dribling que utilizábamos mucho tanto José Manuel León como yo".

El gol a Maier y una multa anulada

"De aquel encuentro frente al Bayern, al margen de la foto de Tonono con Beckenbauer que ya es mítica, sí me acuerdo que nuestro público coreó 'olés' al Bayern cuando el marcador iba 2-0. El conjunto muniqués, que empezaba antes la Liga (por el parón invernal), estaba más rodado que nosotros. Vino con la Liga ya comenzada y Las Palmas estaba en sus primeros partidos de pretemporada. Nos estaba metiendo un meneo impresionante: era un equipo camino de campeón de Europa. Pero yo marqué el 2-1 (a Sepp Maier) y tuve un gesto de rabia con el público. Tenía la sangre caliente ... y don Jesús García Panasco no dejó pasar. Me puso una multa, la única de este tipo en mi carrera. Y después me la quitó porque comprendió lo que había ocurrido en el partido".

Siempre corría más que el resto

"Cuando Tonono se equipaba para jugar o entrenarse ya no habían bromas. Era un profesional absolutamente entregado. Eso lo iba enseñando. Recuerdo que en una ocasión le gastaron una broma entre Páez y Trona, escondiéndole una de sus botas, de la marca El Gallo. Él no la encontró y como el entrenamiento empezaba, saltó al Estadio Insular con un calzado nada más. E iba a entrenarse así. El míster Sinibaldi le preguntó qué ocurría y Tonono simplemente le dijo que no encontraba la otra bota, pero que así iba a entrenarse. Ya estaba centrado en el trabajo y no iba a parar. Trona corrió al vestuario, le trajo la segunda bota y el entrenamiento pudo empezar. Pero, de no haberlo hecho, ... el no tener un botín no le había parado. Tonono se entrenaba lesionado, con fiebre o con dolor. Él siempre corría por fuera de las filas y hacía más carrera que el resto"

La broma de la avioneta estrellada

"Pero Tonono era el clásico bromista socarrón. Hay una anécdota célebre en los jugadores de aquella época que demuestra su habilidad. Juan González, periodista del Eco de Canarias, tenía la costumbre de acercarse a los jugadores de forma sigilosa antes de los entrenamientos. Nosotros sospechábamos que era para enterarse de noticias que luego él pudiera publicar. Un día llegó Tonono al grupo y González parecía escuchar con disimulo la conversación. Vino a decirnos Tonono, que habitualmente era de los primeros en arribar al Estadio, que había llegado un poco tarde porque había encontrado un atasco de coches en Arucas debido al accidente aéreo de una avioneta. Según Tonono se había estrellado en la Montaña de Arucas y no se sabía si había heridos o muertos. Cambiamos de conversación para seguir nuestra charla y ya González no estaba por allí. "Ya este se marchó", dijo Tonono con una sonrisa. Pasada hora y media, apareció de nuevo por el Estadio y dijo: "Oye Tonono: en Arucas no se cayó avioneta alguna".

No entendía el deporte a medias

"Tonono era tan profesional, se entregaba a tope en todos los entrenamientos. En una ocasión le gastamos Mamé León y yo una broma. Sinibaldi dividía el campo en cuatro partes. Y en cada una organizaba partidos de cinco contra cinco, sin portero. Y a Mamé se le ocurrió que en nuestro equipo, donde estaba Tonono, íbamos a trabajar con menos intensidad. Me dijo en privado: "Dévora, deja que Tonono haga el trabajo". El partidillo empezó y cuando nos tocaba correr a León y a mí lo hacíamos a ralentí, con poca intensidad. Y, mientras, Tonono estaba lanzado desgastándose en todas las jugadas; se multiplicaba. Hasta que llegó un momento en que ya no podía más y se enfadó. ¡Pero qué hacen!. Era tan profesional que ni así quería perder. No entendía el deporte a medias"

Ningún jugador le vio tras el partido de Málaga

"Después del partido de Copa con el Málaga, el 31 de mayo de 1975, él llegó el lunes al Estadio enfermo, con mucha fiebre. Don Emilio Tomé le observó y le envió a su casa. Ese fue el última día que le vimos los jugadores. Ya no supimos más. La fiebre le aumentó y le ingresaron en la Clínica del Pino. Yo me enteré de todo ello después del partido de Copa contra el Real Madrid, que habíamos ganado 4-0. Salí corriendo del campo hacia el túnel de vestuarios. Le pedí permiso a Carmelo Campos para utilizar el teléfono que estaba en el cuartito. Quería llamar a casa de Tonono para contarle cómo le habíamos ganado al Real Madrid, un equipo al que siempre le teníamos ganas porque era muy difícil poderle superar. Hacíamos grandes partidos con el Madrid pero no ganábamos en muchas ocasiones. Yo fui capitán que le sustituyó en el encuentro y quería brindarle la victoria. Entonces, don Carmelo y Emilio Tomé me encerraron en aquel cuarto y me dijeron: "Tonono no puede cogerte el teléfono, está muy grave". Ningún jugador del equipo le pudo ver desde que enfermó. La fiebre le subió muchísimo, una septicemia había afectado a sus órganos. Fue todo muy rápido, ya estaba con riñones artificiales"

La noticia, a través de Estudio Estadio

"Aquel día en estaba en casa. Conocí la muerte de mi compañero por una noticia en la tele; estaba viendo Estudio Estadio. No lo podíamos creer, porque conocíamos de su naturaleza de hombre resistente, que era capaz de entrenar en condiciones de salud extrema. Sin embargo se nos fue. El sepelio fue impresionante. Lo de Guedes fue también impactante, pero la muerte de Tonono se produjo muy rápido, en pocos días, fue muy duro para todos. No lo esperábamos. Realmente no supimos mucho sobre la enfermedad de nuestro compañero, pensábamos que empezó como una gripe"

El consejo para evitar una polémica

"Me dio un consejo que para poder aceptarlo estuvimos una noche entera en conversación, durante la concentración en Madrid de la selección española. Habíamos jugado antes contra Argentina, en el Torneo de la Hispanidad. Él disputó todo el encuentro y yo el segundo periodo. Allí me enteré que yo no podía jugar en el Insular días después contra Yugoslavia porque no estaba inscrito ante la FIFA para la fase de clasificación. Y que me habían convocado para animar a la afición de Las Palmas de cara al encuentro. Le dije a Tonono que cuando llegara a Gran Canaria me iba de la concentración y me marchaba a mi casa. Sin embargo, él se encerró conmigo en la habitación y estuvo toda la noche, hasta que cogimos el avión a las siete y medio, convenciéndome. Porque se habría formado una polémica. Estuve toda la semana concentrado y cuando llegó el partido me fui para mi casa y lo vi televisado allí. Todo esto no se supo hasta años después. Y evitamos la polémica. El público estaba algo molesto e, incluso, hubo alguna pancarta refiriéndose a mi exclusión, que ordenaron quitar por cierto"

Benavente y el bloqueo a la cantera

"Yo pude haber debutado a la par que Tonono en la UD Las Palmas. Hubo una polémica con Casimiro Benavente, entrenador de la época en el equipo. Él no quería a los jugadores juveniles que ya despuntaban. En el caso de Tonono, el mío y ocho o nueve más no nos permitía entrenar con el primer equipo. Teníamos que hacerlo después con Carmelo Campos, que nos esperaba para prepararnos cuando terminaran los profesionales. Como nos faltaba un portero, él mismo actuaba en la portería. Tonono estaba algo desesperado y nos dijo que seguía la situación, se iría a la Península en la siguiente temporada. Sin embargo, Benavente fue cesado y la primera medida que adoptó Paco Campos fue hacerle debutar en la defensa. Iba a hacer lo mismo conmigo, pero Luis Molowny le pidió que me dejara con los Diablillos Amarillos, que estábamos muy centrados en el Campeonato de España juvenil. De no haber sido así, insisto, habría debutado el mismo día que Tonono. Me lo comentó Paco Campos y así debuté en el primer partido de la siguiente temporada. La polémica de Benavente, en realidad, se centraba con periodistas de la época como Antonio Lemus y Luis García Jiménez. Pero los perjudicados fueron los jugadores"

Fotos: C. Torres / Archivo de Norberto Rodríguez

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