M.B.

¿Ha logrado Paco Herrera lo que anhelaban colegas suyo que han dirigido a la UD Las Palmas desde la temporada 2003-04?. ¿Es por fin el Estadio de Gran Canaria el fortín de los amarillos?. Eso es lo que parece tras la sexta actuación como local en la vigente Liga.  Cinco victorias y el empate frente al Sporting de Gijón es el balance de la UD Las Palmas en su propio recinto de juego, donde comienzan a cimentarse aspiraciones para cualquier objetivo que se pueda proponer. "Me gusta ganar en casa más que en las visitas" reconoció Paco Herrera, obsesionado en convertir en un recinto intocable el estadio que ha sido pesadillas de la afición grancanaria desde su puesta en funcionamiento hace doce temporadas.

Los registros parciales del vigente curso futbolístico son los mejores en esta etapa del equipo como residente en Siete Palmas: 2,66 puntos por encuentro, 2,33 goles de promedio a favor y 0,5 en contra. Las Palmas no es solo el mejor equipo de la categoría en este apartado. Es que con esta proporción podría sumar al final de Liga (21 partidos como local) un total de 56 puntos e igual número de goles a favor.

Un dato elocuente es que a estas alturas de temporada, Herrera ya suma la mitad de victorias locales que todas las que consiguió su antecesor en el cargo en la pasada campaña. Y con 14 goles a favor está, incluso, por encima del ecuador de los logrados en 2013-14 por el equipo que ha heredado.

Queda por ver a un total de 15 rivales de la categoría por el Estadio de Gran Canaria, incluso los principales espadas de la clasificación. Pero la sensación de seguridad que ha destilado el representativo grancanario es muy alta, generándose apenas situaciones de riesgo a Raúl Lizoain o a Casto, sus porteros.

A modo de comparación para poder comprender tan extraordinario comportamiento como el actal, estos son los datos que como local arrojó la UD Las Palmas desde que se produjo su mudanza hacia el Estadio de Gran Canaria, tanto en Segunda División A y B: