
"Si el juez obliga a inscribir al Real Murcia salta por los aires el control económico de los clubes. Volvemos al pasado, al gasto sin control y sin certeza de pagos", dijo este martes el presidente de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez. "Esto puede volver entonces a ser un desmadre como antes", recordó en declaraciones a UDRadio. El máximo representante del club grancanario, que estuvo en la Liga Profesional y en la RFEF durante el lunes intenso, explicó cada uno de los pasos acontecidos antes de que se decretara el inicio inmediato del campeonato, la Liga de 22 clubes en Segunda y la inclusión del Mirandés por los derechos adquiridos este verano. "Esto sucede al activarse los estatutos de la Liga tras el descenso del Murcia. El Mirandés es de Segunda División por ser el equipo mejor clasificado (entre los descendidos).Ya tiene la plaza el Mirandés de pleno derecho. Si también acude a un juzgado tendríamos otro problema y además con fuertes indemnizaciones".
Ramírez matizó que "el problema de la Liga es que para dar cumplimiento a ese auto del juez tendría que ampliar a 23 equipos, pero es una decisión que no dependía de la Liga (sino de la RFEF). Esos trámites son largos y no se realiza de forma tan inmediata, con una reunión de presidentes de Liga y Federación. En la sesión federativa se decidió dar cumplimiento a lo que está firmado: 22 equipos en Segunda y 20 en Primera".
"Si hay 23 equipos no significará que los derechos televisivos se incrementan sino que el reparto de 22 se hace con 23. Más gastos de arbitraje, más problemas, más desplazamientos, esto no es tan sencillo. La vista se ha puesto para el 29 de agosto con el juez. Si después de esa vista el juez insiste en que la Liga tenga 23 conjuntos, entonces tendremos un problema muy duro. Si el Juzgado obliga a que sean 23 después de haber escuchado a la Liga, tendremos que buscar con la Federación una solución transitoria durante este año. El problema consistirá en remover el calendario", subrayó el presidente de la UD Las Palmas.
El control de la Liga, considerado como necesario por el presidente de la UD Las Palmas, "ha permitido que la Liga sea más equilibrada. Cada año los equipos son más parejos, en la última temporada cuando más". Ese riesgo, en opinión de Ramírez y de la práctica totalidad de presidentes de Segunda División, es el que haría desvanecer todos los efectos de riguroso control que los clubes de la LFP habían acordado.