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1-1: La UD vive su día más negro

La paralización del encuentro en el tiempo extra por invasión de campo le proporciona una bocanada de aire fresco al Córdoba, que logra el empate in extremis. Los amarillos se quedan a minuto y medio del ascenso

  • CRÓNICAS
  • 22/06/2014 - 15:35

Manuel Borrego

La UD Las Palmas vivió este domingo uno de los días más negros de su historia. Se quedó ¡increíblemente! a un minuto y medio de su ascenso. Ganaba 1-0 pero una parte de los aficionados saltó al campo de juego y en el tiempo extra del partido provocó una paralización que resultó aire fresco para el Córdoba. Porque tras el paréntesis forzado por la imprudencia de los hinchas, el equipo andaluz fabricó una jugada in extremis que mandó a las redes de Barbosa el delantero Uli Dávila. Las Palmas llora su eliminación cuando ya se sentía de Primera; el Córdoba regresa de manera insólita a la Liga que abandonó hace 42 años. El mazazo de los amarillos es de época. Hubo Maracanazo andaluz en Gran Canaria.

Y el día acabó en escándalo, propiciado por la invasión de los aficionados que requirió el empleo de la fuerza pública. El equipo pierde en unos segundos un año entero de trabajo ... pero "volveremos a Primera. Nos inventaremos a partir de mañana", prometió Miguel Ángel Ramírez nada más asumir el duro revés que quedará registrado en la historia del fútbol canario y del fútbol españo.

Precauciones iniciales

El partido final del campeonato de Liga había tenido algunos encuentros parciales, que se escribían en función de los impulsos de cada equipo. Las Palmas lo desarrolló con precauciones, el Córdoba también, especialmente en el tramo inicial donde ninguno de los dos conjuntos quería ceder la primera desventaja. El equipo grancanario, espoleado por su afición, asumía el balón ante un rival que hizo cálculos de sorprender con robos y rápidas transiciones.

Las Palmas encontraba más profundidad por el ala derecha, donde Valerón combinaba con precisión con Nauzet. Por allí el equipo de Josico tuvo sus oportunidades de forma aislada. Algunas de sus triangulaciones encontraron el remate pero no el gol. Juan Carlos tuvo que aparecer en el partido en varias escenas, una de ellas para resolver un chut cercano de Momo. Y otra para mirar cómo un derechazo de Nauzet se iba a su poste izquierdo, repeliendo el balón de nuevo al campo.

Esa ocasión fue la que aproximó a los amarillos al primer gol, al margen de una acción de penalti a Aranda que el colegiado pasaba por alto. Córdoba tenía su propia partitura del encuentro. Avanzó solamente cuando dejaba en retaguardia suficientes efectivos. Esperaba el fallo o el robo de un pase para que Dávila o Pedro terminaran con velocidad. Sin embargo, su momento estelar se produjo a disparo de Abel, en libre directo, que se coló entre los miembros de la barrera. Pero allí los guantes de Barbosa estaban dispuesto a enviar el balón a corner.

La esperanza y el duro golpe

El primer gran acontecimiento del partido llegaba al inicio de la segunda mitad. Tras un robo de Nauzet Alemán, Aranda llega hasta la zona de área para enviar el pase de la muerte a su amigo Apoño. El chutazo del malagueño lo empujó con su aliento la afición grancanaria enviándolo al fondo de la portería cordobesa. Las Palmas ya había hecho lo más difícil y le tocó al rival mover ficha relevando destructores por rematadores. Y se metió en las profundidades del partido raíz de ese momento. Pudo certificar el triunfo con mucha antelación con dos remates de Momo y Aranda, que evitó el meta, pero la ausencia del segundo tanto prolongó la incertidumbre minuto a minuto.

El conjunto grancanario se había vaciado sobre el terreno de juego y se defendió con orden hasta el final. Todo parecía imposible para el Córdoba hasta que, de forma incomprensible, el colegiado mandó parar por la invasión de los exaltados. El parón resultaría letal para los amarillos porque perdieron la concentración y el ritmo y, cuando ya no había tiempo para más, en la última ofensiva visitante el ascenso de la UD expiró.

Un final que habría escrito el mismísimo Hitchcock, que golpea con dureza la ilusión de tantos meses de trabajo y de una marea amarilla que soñaba con volver de donde nunca debió salir. Tendrá que esperar.

Ferrer corre enloquecido tras el empate. Las dos caras de las moneda en un instante (C. Torres)

Alineaciones:

1 UD Las Palmas: Barbosa, Ángel López, Deivid, Aythami Artiles, Xabi Castillo, Apoño, Javi Castellano, Nauzet Alemán, Momo (Hernán, 81), Valerón (Vicente Gómez, 65) y Aranda (Héctor Figueroa, 72)

1 Córdoba: Juan Carlos, Gunino, Iago Bouzón, Raúl Bravo, Pinillos, Abel, Pedro (Xisco, 69),  Nieto (Arturo, 46), López Silva, López Garai (Pelayo, 76) y Uli Dávila

Goles: 1-0, m. 47. Apoño certifica una jugada de robo y contragolpe entre Nauzet y Aranda. 1-1, m. 93. Dávila remacha un balón que había rechazado Barbosa.

Arbitro: Sánchez Martínez (Colegio Murciano). Mostró tarjetas amarillas a Aythami Artiles, Nauzet (UD), López Silva (Córdoba).

Poormenores. 31.240 espectadores en el Estadio de Gran Canaria para el último partido de la temporada. Aforo completo y graves incidentes de público al final. El Córdoba asciende por el doble valor del gol en campo contrario.

 


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