
El encuentro del sábado 10 de mayo podría convertirse en el clásico más visto del fútbol canario si se cumplen los pronósticos del club local
B.P.
Los derbis canarios entre UD Las Palmas-Tenerife y viceversa siempre se han caracterizado por masiva afluencias de aficionados, especialmente en las competiciones de Liga. Este martes, Miguel Ángel Ramírez -presidente grancanario- anunció la posibilidad de que el partido del sábado 10 de mayo cubra la totalidad de las plazas disponibles en el Estadio de Gran Canaria: algo menos de las 31.250 asientos oficiales, porque por medidas de seguridad se han de liberar algunas butacas.
La cifra a batir en cualquier caso corresponde al derbi de la temporada 2007-08, con 29.131 espectadores en el Estadio de Gran Canaria. Fue aquel encuentro que igualó in extremis Marcos Márquez, tras el gol de Pablo Sicilia para el CD Tenerife (1-1).
Según consta en la central de datos de Tinta Amarilla, todas las afluencias del derbi en el Estadio de Gran Canaria, a partir de 2003-04 fueron superiores a 20.000 espectadores en los partidos de Liga allí disputados, correspondientes a la Segunda División A, mejorando incluso el único que cruzaron ambos equipos en Primera División (20.519 personas).
El récord absoluto de aficionados en un partido de la UD Las Palmas, sin embargo, corresponde a la temporada 2005-06, fase regular de Segunda B: Unión Deportiva-Rayo Vallecano. Porque aquel día se abrieron las puertas del recinto y, además de la zona de asientos, los aficionados se ubicaron de pie en todo el perímetro del estadio y también sentados en escaleras. Se estimó entonces -sin control absoluto de billetaje- que la audiencia al partido aquel día superaba los 35.000 espectadores.