B.P.

Como ocurre en todos los acontecimientos elevados a espectáculos "de alto riesgo", en el derbi Las Palmas-Tenerife (sábado 10 de mayo, 21.00 horas) se volverán a tomar las medidas de precaución para evitar hipotéticos brotes de violencia. De ahí que la afición blanquiazul estará agrupada en su totalidad en el sector bajo tribuna más cercano a la Grada Curva, sin posibilidad de que otros grupos de seguidores estén repartidos en otras ubicaciones del Estadio de Gran Canaria.

En una nota pública, el club grancanario anuncia la venta de la totalidad de entradas destinadas a la afición blanquiazul (unas 1.500) y recuerda que, por motivos de seguridad, la UD Las Palmas no está "autorizada a acceder  a peticiones de venta de entradas en bloque, susceptibles de ser adquiridas por grupos de animación organizados". Asimismo, la entidad advierte de que "los cuerpos de seguridad del Estado responsabes del dispositivo que se activa en partidos como éste, declarado de alto riesgo, pueden impedir el acceso al Estadio de Gran Canaria, o expulsarlos de la instalación, en caso de que detecte a grupos organizados de aficionados visitantes que ocupen localidades que no correspondan a los sectores destinados a tal fin".

Estas medidas resultaron muy positivas en anteriores ocasiones. Los aficionados del CD Tenerife accedieron, en grupos y escoltados, en guaguas hasta la misma puerta de entrada en la zona de Tribuna para ser ubicados en un sector fuertemente custodiado. Eso es lo que ocurrirá de nuevo el 10 de mayo.