YERAY LÓPEZ

"Cumplí mi sueño: me retiro en un campo de fútbol"
01/05/2014

El capitán del Vecindario disputó este jueves su último encuentro en el Estadio Municipal. "Después del fútbol mi tiempo lo ocupará mi familia y el trabajo"

Manuel Borrego

La zurda más afamada del Sureste grancanario se despidió este jueves de sus aficionados, de sus amigos, de los que siempre siguieron su huella. Yeray López (5 de mayo de 1978) disputó su último encuentro en el Estadio Municipal de Vecindario (1-1 ante el Victoria) y ya sólo le quedan 90 minutos más de vida deportiva con el calzón corto. "Después de tantos años y tantos retos personales, he cumplido este año mi propio sueño: me retiro en un campo de fútbol. Porque me resistía a hacerlo en un quirófano".

Apenas hace diez meses, lejos viajaban los pensamientos de Yeray y de toda Santa Lucía. Él aceptó seguir en el campo de batalla porque quería demostrarse a sí mismo que terminaba como había empezado, calzando las botas de tacos, y porque había un convencimiento absoluto de que el proyecto 2013-14 del club era uno de ascenso. "Cuando Santi Ledesma -vicepresidente de la entidad- me contó el pasado verano el equipo que estábamos formando", comenta Yeray a Tinta Amarilla, "me ilusioné muchísimo porque tenía la posibilidad de acabar mi carrera profesional con el intento de un ascenso. Se estaba formando un equipazo, bien dirigido, pero lejos estábamos de pensar en aquel momento todas las cosas que sucedieron en los meses siguientes. Por unas razones u otras, fuimos perdiendo efectivos y estuvimos al borde incluso de la desaparición. Fue muy duro vivir estos momentos".

Yeray, el capitán de los santaluceños, volteó también sus propias convicciones y desde entonces luchó duro con sus compañeros y técnicos para firmar una hazaña que podría pasar de manera invisible pero que es un último paso previo a un nuevo amanecer. "En dos meses pasamos de ser candidatos al ascenso a firmar una incomparecencia, restarnos tres puntos y ponernos a nueve del descenso. Y, además, con la amenaza de un castigo federativo en el caso de una segunda ausencia en un partido. Todo ello abrió nuevos objetivos y, con el sacrificio de todos los que nos quedamos, lo hemos conseguido. Porque el equipo se queda en la categoría con las bases para un mañana, con nueva gente (empresarios) que está dispuesto a reflotarlo otra vez. Ese es uno de los pocos motivos de felicidad que conservo para este final".

La semana penúltima del campeonato ha estado llena de emociones. A Yeray se le ocurrió publicar una nota en su cuenta personal sobre el momento que está viviendo antes de la despedida en casa. "Y tengo ahora un conglomerado de sensaciones que viajan desde la tristeza, la alegría, el recuerdo de momentos vividos, ... He comprobado el afecto que la gente despertó esa nota y me han emocionado muchos comentarios que me han enviado mis ex compañeros y amigos. Estoy realmente sorprendido; se han acordado incluso de cuando fui a ver a Vidales a Madrid el día que le botaron ... Muchas vivencias en el fútbol, momentos difíciles y muchas alegrías también".

"Después del fútbol sólo veo a mi familia y mi trabajo"

El momento cumbre de su etapa futbolística fue "el ascenso a la Segunda División con el Vecindario, sin lugar a dudas. Fue el éxito de un equipo humilde a nivel nacional, que sin estructuras, sin medios ... con muchas carencias se metió en la Liga Profesional gracias a la voluntad y la energía de unos jugadores. Ese es un hecho histórico para el fútbol de Santa Lucía y también de Canarias". De alguna manera, él quería rememorar aquellos momentos aunque en un peldaño inferior, porque "nuestro propósito esta temporada era estar en la pelea del play off para volver a Segunda B, que era mi deseo. Pero esto es fútbol y ese fin no se consiguió".

A los retos colectivos también se vinculan los individuales. El suyo estaba claramente definido: "Después de tres operaciones y con mi edad he realizado una temporada muy intensa en el terreno de juego. No puedo decir que me voy feliz, porque soñé con otro final, como había dicho. Pero sí estoy satisfecho porque las cosas se quedan encauzadas para el futuro del club". Recuerda que "después de la última operación pensé en algún momento que no jugaría más al fútbol. Fueron muchas horas de soledad, de gimnasio, de recuperadores, ... Por eso digo que para mi ha sido un sueño acabar en el deporte como lo había empezado".

Y aún, con un espíritu de lucha, que dignifica el brazalete que luce en el brazo en la hilera del Vecindario. "Estamos acabando la Liga trece futbolistas de la primera plantilla y unos juveniles muy comprometidos con el club. Estoy muy orgulloso de todos ellos".

Después del fútbol Yeray todavía no ve ... fútbol. "Algún día sacaré el título nacional, pero ahora mismo no me encuentro con deseos de seguir vinculado a un equipo como entrenador. Tengo mi trabajo y tengo por las tardes a mi familia, a mis niños. Los martes y jueves enseño en una escuela de fútbol y eso de momento me llena. Mis objetivos ahora son otros. Pero, repito, me voy como quería hacerlo, siendo jugador. No podría haberlo hecho de otra forma".

 

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