
La plantilla se cita para el jueves, fecha en la que conocerán si viajan o no hasta Lanzarote. Una segunda ausencia en la Liga supondrá su descenso automático
B.P.
La UD Vecindario -léase su equipo deportivo- agota sus últimos recursos en un intento extremo por evitar que el trabajo de toda la temporada quede en un vacío peligroso. La plantilla de Santa Lucía se reunió este lunes en su primera sesión de la semana. Y, tras conocer la última hora de las gestiones de la directiva (ninguna, en realidad) los jugadores quedaron citados para la tarde del jueves en el Estadio Municipal, día en que ya deberán tener certeza sobre si los dirigentes del club garantizan el desplazamiento a Lanzarote, donde el próximo domingo tienen cita frente al titular de la capital conejera. O, por el contrario, asumen el despropósito de una descalificación en la campaña.
El grupo de jugadores y el cuerpo técnico hacen un esfuerzo para evitar el caos que supondría una segunda incomparecencia en el campeonato de Liga de Tercera División. La primera se produjo el domingo pasado, al no presentarse en el estadio de El Cotillo frente al titular de la localidad majorera. El trío arbitral dirigido por Enrique Rodríguez Placeres certificó la ausencia del conjunto visitante, que ahora se espera sanción federativa de la pérdida del partido 3-0, resta de tres puntos en la clasificación y multa de hasta 3.000 euros. La directiva del equipo majorero expresó su malestar al no recibir ninguna notificación oficial de sus colegas de Vecindario para excusar este incidente.
Una última opción queda en caso de que el equipo pueda salir a competir el resto de la campaña y defender los 39 puntos reales que aún le permitirían salvar la categoría en el terreno de deportivo. La sequía económica que sufre la entidad no le concede crédito ante la agencia de viajes para realizar el desplazamiento, que sólo se producirá en caso de una reacción de los dirigentes. La cuenta atrás de la UD Vecindario está en marcha.