Manuel Borrego

El gol de Juanma Arocha a escasos minutos de la conclusión no consolaba a los jugadores del Villa de Santa Brígida. Habían acumulado muchos detalles en el transcurso de su encuentro con el líder (ahora vicelíder) de la Tercera División, el Atlético Granadilla, que las pasó canutas en el estadio de Los Olivos. Los hombres de Maxi Barrera, pese a contar con abundantes y cualificadas bajas, cortocircuitaron a su oponente obligándole a jugar al patadón, y cercaron durante varias fases del encuentro la portería de Saúl. Los satauteños cubrieron casi todas las premisas de la victoria, pero delante sus remates no llevaban el sonido del gol.

El Villa aparecía en esta su segunda final de marzo con la necesidad de ganarla para acercarse algunos peldaños más a la promoción. Sin embargo, no sabrá hasta dentro de varias jornadas si el empate final conseguido frente a los tinerfeños les valdrá o no para hacerse con uno de los billetes de la fase final. El 1-1, pese a todo, le supo a poco porque, como en otras ocasiones, invirtió más fútbol que los puntos cosechados.

Mauri, presionado por los zagueros del Granadilla, en una acción de ataque de la primera mitad (C. Torres)

Una de las muestras de la frustración local la protagonizó el veloz delantero colombiano Mauri Gavira, expulsado en los instantes finales tras una dura batalla con la defensa tinerfeña. Fue él el principal argumento satauteño en el partido, fabricando acciones veloces que llevaron el mensaje del peligro hasta el área pero sin encontrar en ella sus propios remates o los de sus compañeros.

El Villa fue insistente en especial en la primera parte, pero a raíz de la lesión de su ariete Pablo Álvarez, el equipo de Maxi Barrera se resintió de forma sensible al no encontrar un referente que mantuviera la tensión del Granadilla como lo había hecho en la primera fase del partido.

El Granadilla, por su parte, tuvo la virtud de la paciencia. No dudó en atrincherarse y embarrar el partido; lo hacía con el oficio del que juega con los nervios de su oponente. Se organizaba bien en defensa y no tenía prisas en ataque. A balón parado iba a encontrar lo mejor de su producción: Una falta en el primer tiempo abortada por el meta Salas, un corner también con testarazo ajustado de Rosquete y, por fin, el 0-1. El tanto visitante llegó en la recta final del encuentro y a balón parado. El gol lo marcó el capitán Iván, con un toque suave al saque de un libre directo que esta vez puso lejos del alcance de Salas.

El Villa, sin embargo, echó el resto cuando todo parecía perdido y en un alarde de pundonor logró igualar de nuevo tras un rechace aprovechado por Arocha. E, incluso, pudo ganar el encuentro a la desesperada cuando ya estaba en inferioridad numérica, con una jugada por la banda derecha que logró llevarla en superioridad. Pero Saúl hizo lo que hace el portero de un equipo líder: aparecer para que también le recuerden.

El momento de la lesión de Pablo Álvarez, en el intento de alcanzar un balón imposible (C. Torres)

Alineaciones:

1 Villa de Santa Brígida:Salas, Mario, Badaico, Sergio Pérez (Javi, 82), Carreño, David Figueroa, Emilio, Navarro, Juanma Arocha, Mauri y Pablo Álvarez (Ortega, 46)

1 Granadilla: Saúl, Caleta, Noda, Natael, Alexis Paz, Iván, Juan Ramón, Julio Báz, Javi Marchena (Xiraxi, 68), Cristian y Rosquete (Alozie, 83)

Goles: 0-1, m. 80. Libre directo templado, obra de Iván. 1-1, m. 85. Juanma Arocha fusila tras un rechace del portero y zagueros

Arbitro: Francisco Hernández Martínez. Expulsó por doble amarilla a Mauri (m. 88). Amarillas a Badaico, Arocha (Villa), Cristian y Noda (Granadilla)

Pormenores. Estadio de Los Olivos, partido del grupo canario de Tercera División

El disparo de Juanma Arocha va camino de las redes del Granadilla. Llegaba el empate, casi sin tiempo para intentar la remontada (C. Torres)

Reportaje gráfico: C. Torres