
La directiva del club de Santa Lucía comunica a los jugadores que harán un esfuerzo para cerrar el campeonato, pero con reducción de gastos
M.B.
Buena noticia dentro de la gravedad de la situación. La crisis de la UD Vecindario, intensificada tras la decisión irreversible de la dimisión del vicepresidente Santiago Ledesma, hace un paréntesis. Este miércoles, la directiva del club de Santa Lucía se reunió -sin su presidente Santiago Déniz, al estar ausente de la isla- para analizar la situación del equipo y acordar mantenerse en competición de Tercera División hasta el final de la temporada actual.
A la cita, celebrada en la sede del club anexa al Estadio Municipal, acudió el vicepresidente Ledesma para comunicar en persona a sus compañeros de viaje la postura inflexible de su salida de la entidad. "Esto es muy duro para mí", comentó a Tinta Amarilla sin querer extenderse en sus manifestaciones. "Estoy aquí pasando unos días muy difíciles y mi decisión es definitiva, estoy para comunicarla a los compañeros de la directiva".
La búsqueda inmediata de soluciones económicas pasan por la reducción de gastos y el sacrificio de todas las partes. Las medidas implican una reducción en los costos de los desplazamientos, incluso con aplicación de una merma de efectivos deportivos, así como un esfuerzo de los propios jugadores. Los dirigentes trasladaron esta decisión al capitán, Yeray López, que ejerció como portavoz en el vestuario.
Este miércoles, además, la plantilla del Vecindario se ejercitaba por la tarde en el Estadio Municipal a las órdenes del técnico Tino Luis Cabrera (a la derecha), en el inicio de los preparativos para el desplazamientos a Los Cristianos el próximo fin de semana. El calendario, no obstante, es cruel con el conjunto de Santa Lucía porque los siete partidos que le restan como equipo visitante los ha de hacer viajando fuera de Gran Canaria. De forma consecutiva corresponderán a Marino, Tenerife B, Mensajero, El Cotillo, Lanzarote, Ibarra y Realejos.
Además, los dirigentes habrían comunicado a los futbolistas que se pondrían en breve al día en sus nóminas, aunque sólo el atraso corresponden a los días que corren en el mes de febrero.
Con estas perspectivas de máxima austeridad, el Vecindario sigue en competición y disuelve el rumor creciente de las últimas horas que apuntaba al abandono del campeonato e, incluso, a poner en riesgo 52 años de historia en el balompié nacional.