
El nuevo extremo titular de Las Palmas Atlético inicio la temporada en Tercera, siguió en Preferente y ahora defiende el liderato de Segunda B
B.P.
Chus Sosa Sebastián (Las Palmas de Gran Canaria, 5 de enero de 1994) tiene su propio récord personal en los siete meses de competición de la temporada 2013-14. Empezó en Tercera hasta diciembre, siguió en Preferente hasta enero y ahora es titular en el equipo líder del grupo II de la Segunda B. Todo muy deprisa ocurre en el primer año con licencia senior porque el extremo Chus fue integrante hasta el verano pasado del equipo de División de Honor que tan brillantemente ejerció la pasada temporada con Mingo Oramas. El viaje del vigente ejercicio pasó por una cesión en el Villa de Santa Brígida, regreso a la UD Las Palmas en el equipo Regional Preferente y rescate para el primer filial, que requería un jugador de banda tras la marcha del lanzaroteño Jordi Vidal al fútbol griego.
Y Chus ha llegado con tanta fuerza que en las tres últimas actuaciones de Las Palmas Atlético se ha ubicado en el grupo de los once elegidos. "Tenía nociones sobre cómo era la Segunda B, porque con 16 años debuté en esta categoría. Ocurrió en mi etapa en el Osasuna Promesas (dirigido por el ex amarillo Txiqui). Me he amoldado muy rápido, es una categoría exigente. La principal diferencia es el ritmo de juego. Requiere estar concentrado durante los noventa minutos y jugar todos los balones con intensidad".
Ese paréntesis navarro y la cesión al Villa de Santa Brígida son las dos etapas que no han estado teñidas del amarillo de UD Las Palmas. Chus comenzó con siete años en el club, con 16 estuvo doce meses en Pamplona, regresó para estar dos temporadas más con el juvenil de Oramas y ya puso la directa hasta hoy. "Cuando estaba en el Villa supe valorar lo que significaba estar fuera de la UD Las Palmas. El club de Santa Brígida me trató perfectamente, pero mi deseo de volver era superior porque había comprendido que mi futuro pasa por aquí. Supe valorar en ese momento lo que era no estar en la Unión Deportiva; por eso pedí mi regreso empezando por el equipo regional. Quiero ser futbolista y tengo todavía mucho que aprender. Sin embargo, cada vez me veo más maduro".
"Aquí, en el filial, hay un ambiente de plantilla muy competitivo. Cada semana hay que ganarse el puesto en los entrenamientos. La exigencia es muy alta y eso se nota en los partidos. Se trabaja duro, por eso entiendo que ser primeros de la clasificación no es tarea fácil", comenta.
El siguiente objetivo personal: ser el hombre de banda derecha para recibir el domingo en el Anexo al CD Tudelano.