
El historiador de UD Las Palmas, De Armas, descubre el episodio que provocó en 1997 la fuga de la gran promesa amarilla
Manuel Borrego
Fue en la tarde de este miércoles cuando, en el transcurso de un acto institucional de la UD Las Palmas en la Biblioteca Municipal, el consejero e historiador de la entidad, Antonio De Armas, hizo público el por qué al finalizar la temporada 1996-97 al club grancanario se le escapó rumbo a Palma de Mallorca el que iba a ser su futbolista con más proyección internacional. De Armas desveló que él mismo hizo de mediador en aquella operación para evitar la marcha no consentida de Juan Carlos Valerón, antes de que el club balear depositara los 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros) de la cláusula de rescisión del futbolista de Arguineguín. Aportó también algunos momentos no hechos públicos de aquella operación y aseguró que "Sabino López -director general de entonces en el club grancanario- no dio veracidad a la oferta que Valerón tenía del Real Mallorca". Ese error de cálculo condicionó la maniobra de retención posterior de UD Las Palmas.
Tonono Rodríguez, Lo González, Manolo Martín, Valerón y Antonio de Armas, este miércoles en la Biblioteca Municipal (C. Torres)
Ese fue el epílogo de la jornada en los salones de la Biblioteca, en un acto en el que intervinieron, además del mencionado consejero, el propio Juan Carlos Valerón, acompañado por el director de formación de UD Las Palmas, Tonono Rodríguez, y los ex futbolistas Manolo Martín y Manuel González Lo. El historiador profundizó en aquellos días a instancias del moderador de la charla-coloquio, mientras Juan Carlos observaba su intervención. La marcha de Valerón, según De Armas, habría comenzado a gestarse con el paso del CA Lanús por el Estadio Insular para disputar un partido amistoso en 1996. Ese encuentro era uno de los acuerdos del traspaso de Alejandro Omar Simionato a la Unión Deportiva. Y en aquel instante Héctor Cúpper -entrenador de Lanús- tomó nota de la intervención en el partido del canario Valerón. Cúpper sería personaje crucial en la historia contada por De Armas ya que, al fichar un año después como técnico del Mallorca en Primera, fue quien apeló a la directiva bermellona por la contratación del joven talento que había visto en Gran Canaria.
De Armas dijo que Miguel Ángel Valerón le había llamado para ponerle en aviso de que el Mallorca quería a su hermano "y le ofrecía un contrato de cincuenta millones de pesetas". Y que, tras mantener el primer contacto con Sabino López, el director general del club grancanario le habría dicho "tráigame ese contrato (...) Sabino defendía los intereses de la UD Las Palmas. Quizá en las formas el club falló". Esa desconfianza, según el consejero historiador del club, no gustó a los miembros de la familia Valerón por lo que entendían que en Pío XII "no llegaban a creer que el Mallorca le ofreciera ese dinero (...) Pasó el tiempo y Valerón aceptó la oferta del Mallorca". Según De Armas, "fue imposible dar marcha atrás" -en el tramo posterior de las negociaciones con Las Palmas- porque "ya estaba comprometido" con su nuevo equipo.
También dijo que los hermanos Valerón, en un primer momento, estaban dispuestos a rebajar la cantidad pero "el club, en definitiva, no llegaba a creer en la oferta balear".
De esta forma, Valerón iniciaba un viaje de ida y vuelta, desde 1997 a 2013, para llegar al punto de partida en UD Las Palmas. De Armas recordó que "hay una estética en su forma de jugar y, además, consigue asombrarnos con su eterna juventud".
La emoción de marcarle un gol a Casillas
El encuentro de Valerón con la joven audiencia tuvo sus momentos estelares. Fue preguntado por un niño: ¿Qué sentiste al marcarle un gol a Casillas?". Y contestó: "Anoté muchos goles importantes en mi carrera y es verdad que me dio una satisfacción especial marcar un tanto al mejor portero del mundo".
De igual forma revivió su infancia donde "no tuve otros ídolos que los jugadores del Arguineguín, el equipo de mi pueblo. Estaba en Tercera División pero, para mí, aquellos futbolistas eran como de Primera". Mencionó también su etapa internacional con Camacho como "el inicio del cambio en la selección. Veníamos de ser la furia española y todo aquello. Camacho empezó a elegir a jugadores de otro estilo. La selección (del Mundial de Corea y Japón) tuvo un nivel espectacular. Quizá no estábamos preparados del todo para ganar un Europeo o un Mundial. Pero vino detrás una generación de jugadores con un poderío y calidad extraordinario".
Manolo Martín también contó con gracia su propia anécdota valeroniana: "Antes de su traspaso al Mallorca tuve mi primer encuentro con él con motivo de una entrevista con Pepín Ruano. Hablé de la calidad, que está fuera de dudas, pero creía que físicamente tenía mucho que mejorar. Con el tiempo me pregunto: ¿qué le dieron de comer en La Coruña y en Arguineguín?. Y con 38 años; ¡cómo sigue jugando!. Porque aún hoy sigue rindiendo mejor que muchos jóvenes".
Valerón firmó autógrafos, se fotografió, atendió a todo el mundo, ... Lo de costumbre. Y anunció que Las Palmas sería el equipo final de su trayectoria profesional.