Hora y media de reunión en los vestuarios del Estadio de Gran Canaria. Así comenzó la semana en que la UD Las Palmas recibe al CD Numancia, el sábado próximo. El presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, junto a la totalidad de los miembros de la comisión deportiva departieron con los jugadores y técnicos del club en un gesto ya habitual en las etapas críticas como la que se atraviesa actualmente.

Tras la  reunión colectiva, la plantilla realizó la primera sesión de trabajo. Sergio Lobera fue el último en saltar al terreno de juego, en un día en que se registran ya las ausencias de Tato (se despidió de sus compañeros antes de viajar a Girona, su nuevo destino profesional) y Tim Atouba (cuyo dorsal ha causado baja hasta final de temporada).

Apoño, titular en Ipurúa, es una de las ausencias que pasan a manos de los cuidadores del club.

La noche del lunes siguió con nuevos contactos de los miembros del consejo de administración, para analizar la situación que atraviesa el equipo en esta fracción de la competición. El choque contra el Numancia se disfraza de citra fronteriza donde sólo se contempla la posibilidad de la victoria.