
A pesar de su deficiente parcial actual (5 puntos de 18 posibles), la UD sigue a 2 de la primera plaza de ascenso directo antes de la recta final
M.B.
La situación de parrilla de salida para la segunda vuelta del campeonato de Liga es tan propicia para la UD Las Palmas como en la campaña en que logró regresar por última vez a la Prirmera División de la mano de Sergio Kresic. La constante igualdad en la actual competición permite que los amarillos, aún quedando fuera de las posiciones de promoción al llegar el ecuador del calendario, se sitúen a sólo dos puntos del ascenso directo que está en manos del Sporting y a cinco del liderato que ostenta su próximo adversario, el Deportivo de La Coruña.
Si bien todavía el fútbol del candidato grancanario se hace esperar, lo cierto es que a nivel clasificatorio Las Palmas puede sentir que afronta la recta final de la Liga en la mejor disposición posible desde 1999-2000. Incluso con mejor situación global que la pasada temporada, cuando acabó sexta pero a cinco puntos del segundo, Girona, y a 16 del entonces líder, Elche.
Su parcial reciente: 5 puntos de 18
Todo ello ocurre con una deficiente actuación general en las seis últimas jornadas donde ha logrado cinco puntos de 18 posibles. Pero esta Liga de Segunda donde la sorpresa está a la orden del día le ha concedido una nueva prórroga para el candidato grancanario, que ha de esmerarse al fin para enlazar triunfos que le hagan escalar de forma definitiva en la clasificación.
Lejos quedan momentos de angustia de otras Ligas, en las que Las Palmas incluso cruzó la mitad del campeonato en posición de descenso, o alejada a más de una decena de puntos de los puestos de acceso a la élite. La UD actual, con sólo ocho victorias en la primera vuelta, se agarra a las apreturas de un pelotón que está a punto de resquebrajarse.
El Deportivo es el siguiente eslabón en la cadena, con el condicionante previo de la derrota canaria 0-1 en la jornada inaugural. Otro cabo suelto -parciales entre equipos- que se ha de tener en cuenta a la hora de resolver el crudo equilibrio actual.
La fase decisiva comienza en Riazor.