
Por Higinio Medina
Las distintas acepciones que da el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española a la palabra alma refleja, en algunas de ellas, lo visto en el Estadio de Gran Canaria entre la Unión Deportiva Las Palmas y el Real Madrid Castilla (0-2).
Sobre los blancos: Interés, energía o voluntad que se pone en hacer las cosas.
Sobre los amarillos: Alma en pena (persona que anda sola, triste y melancólica).
No es cuestión de hacer leña del "árbol caído", pues al fin y al cabo es una situación que se puede revertir con serenidad y un análisis profundo de la situación. Es cuestión de remar en la misma dirección. Las Palmas no es sólo el once que alinea el entrenador, es mucho más y precisamente por eso es por lo que no se puede dar la imagen lamentable de los últimos encuentros.
No es cuestión de pedir perdón, ni siquiera de hacer manifestaciones manidas sobre los fallos y qué se debe hacer en el futuro. Es cuestión de amor propio, de luchar como un equipo, con criterio de equipo, con estrategia de equipo. En la tarde noche de hoy un grupo de jóvenes dio muestras de inocencia, pero también dio una lección de humildad y sobre todo qué se debe hacer sobre el terreno de juego a un plantel que en teoría es de los llamados a estar arriba.
Un partido podrá salir bien o salir mal (no nos cansaremos de decirlo), pero en el césped, desde el entrenador a los jugadores, se deben transmitir sensaciones de que se está ahí para algo por lo que cobran y por lo que unos aficionados pagan, todo ello al margen de lo que es el fútbol en sí (sentimientos, pasión, ilusiones...). Es, en definitiva, un espectáculo y normalmente el resultado de los ensayos (entrenamientos) es el resultado de lo que vemos (partido) y lo que vemos no nos gusta. Algo falla y no termina de ponérsele remedio, bien porque no se esté a la altura de las circunstancias, bien porque vaya usted a saber por qué.
El desconcierto del aficionado es total. De la noche a la mañana lo que se hacía bien últimamente ya no se hace bien. La energía, la velocidad, el criterio... ¡el alma!, se ha desvanecido y nos quedamos con el esperpento. Lo lamentable es que esta situación es reincidente en el tiempo y eso crea aún más desasosiego, y comienza la desconfianza y la curva que antes iba hacia arriba se derrumba y los ingresos que se esperaban por una temporada excelente empiezan a tambalearse...
A pesar de todo lo expuesto y como habíamos dicho, esta situación es perfectamente reversible, pero hay que aportar soluciones porque si no volveríamos a decir: "una temporada más en segunda. Qué oportunidad desaprovechada y van...". La solución la tiene el cuerpo técnico y debe ser consciente de ella, como también la tienen los jugadores. Hay mucho en juego. La pregunta: ¿hay capacidad suficiente?. Entendemos que sí. El plantel de esta temporada es excelente, pero no se pueden cometer los errores que se están cometiendo y a la larga pueden terminar pasando factura. Ayer a 2 puntos del ascenso directo, hoy...