El escudo de Lobera se debilita
08/12/2013

Por Higinio Medina

Por segunda vez en lo que va de temporada Sergio Lobera ha visto cómo la grada, que otrora le avalaba en su gestión como máximo responsable de la Unión Deportiva Las Palmas, volvía a mostrar su descontento por los últimos resultados del equipo amarillo, particularmente por su sonrojante derrota ante el CD Tenerife. Fue dar su nombre por megafonía y colmarse el Estadio de Gran Canaria de abucheos.

No somos partidarios de este tipo de situaciones, sobre todo cuando va a iniciarse el partido, como no somos partidarios de este tipo de situaciones durante la celebración del mismo y menos cuando se personifica de forma tan clara en jugadores, pero doctores tiene la Iglesia y debemos respetar la opinión que cada uno tenga al respecto, ahora bien lo cierto es que el equipo canario volvió a pecar de una pasividad insultante en la primera parte ante el Almería (1-3).

Hay quienes quieren ver mal de fondo en el vestuario, no somos quienes para enjuiciar lo que no vemos, si fuera así la mejora ofrecida en la segunda parte no se hubiera dado o quizá pudo más la vergüenza, no lo sabemos. No obstante algo no termina de encajar y se observan errores de bulto que van menguando las posibilidades ligueras, a la vez que irritando al aficionado, lo que ocasiona, por ejemplo, que un partido con un primera, aunque sea de copa, no llegue a poblar el graderío de forma considerable.

No creemos que la Copa del Rey sea una competición tan poco atractiva como para no darle la importancia que tiene. Al margen de esta consideración, tenemos que expresar que es un aliciente más al que no hay que dar la sensación de rehuir, simplemente porque los deportistas son deportistas y se deben a un club y a una afición que es la que paga sus abonos o las entradas para disfrutar de un espectáculo, de ahí que el respeto que se debe a los asistentes al estadio se les demuestra con actitud, con ganas de agradar. Podrá salir mejor o peor, pero siempre dando la cara y eso hoy sólo lo hemos visto cuando el "lobo" enseñó sus orejas. La profesionalidad es algo más que palabras y de nada valen las disculpas ni argumentaciones baladíes.

Sabemos que el fútbol son emociones y que cualquier valoración es compleja, y lo que fue una crítica por arte de magia se convierte en elogios, el único inconveniente es que la memoria es frágil y si hace apenas un año Lobera era vitoreado en un partido de copa, una test similar le ha dado un toque de atención. De nada vale analizar bien los partidos una vez terminados, hay que analizarlos durante y tomar decisiones que en muchos casos pueden ser previsibles por lógicas, pero el factor humano es importante y en este caso, además del cuerpo técnico, una parte son los jugadores. ¿Dónde está el problema?, eso sí, si es que hay algún problema...

 

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