El 'casi' permanente
30/11/2013

Por Higinio Medina

El vértigo que suele ofrecer las alturas se convierte en un constante contratiempo para la Unión Deportiva Las Palmas. Consolidar una posición que termine de catapultarle hacia mayores metas y sobre todo después de un esfuerzo considerable parece que no termina de estar al alcance del equipo dirigido por Sergio Lobera. Es la eterna constante, el "casi" permanente, el premio que a la vez que está cerca también está lejos.

No hay que ser derrotistas, pues ni ayer se era tan bueno y hoy no se es tan malo, aunque bien es cierto que hay una excelente plantilla y ahí lo dejamos. El equipo amarillo no ha distado mucho de encuentros anteriores. Es lo que parecer ser su sello en esta nueva etapa, normalmente veinte minutos excelentes, hoy algo más, y luego el irse diluyendo, particularmente si surgen contratiempos.

Contra el Zaragoza (0-1) vimos cómo los maños, con orden y manejar mejor los tiempos, se hicieron con los 3 puntos. Ni siquiera podemos hablar de fortuna, aunque pensamos que la fortuna es el resultado del trabajo y del acierto. Si un tiro a puerta sale rozando el poste y no entra es porque esa fue la dirección que se le dio al balón. No valen las lamentaciones, sólo queda pensar en el próximo partido y aprender de los errores, que sin dudas los hubo.

A la salida del estadio una expresión tomaba cuerpo: "No merecimos perder". Ahí es donde entra el debate, pues por esa misma regla de tres hay partidos en los que no se mereció la victoria. El resultado es el que es y se puede paliar con este argumento la decepción que impera cuando la ilusión se ve afectada, ahora bien, el marcador es inamovible por lo que el merecer para nada es suficiente.

Enjuiciar la labor del técnico, como máximo responsable, a toro pasado es fácil, muy fácil diríamos. Lo cierto es que el equipo está bien plantado en el campo, se ha mejorado mucho, pero nos encontramos con una realidad a la que no termina de encontrarse solución y es el centro del campo ante la ausencia de Apoño. Entendemos con toda la carga subjetiva que pueda tener que a pesar de la importancia del jugador sancionado hay mimbres suficientes para solventar de manera satisfactoria este hándicap, pero, sin entrar en razones, no se termina de dar con la "tecla" exacta y ya se han disputado las suficientes jornadas para haber encontrado una solución que hoy por hoy se nos antoja decisiva de cara a las aspiraciones generadas.

 

Comparte el artículo si te ha gustado
También te puede interesar