Comentaba el técnico de la Unión Deportiva Las Palmas: "Que a falta de verticalidad, posesión". Hoy, ante el Lugo (3-0), ni lo uno ni lo otro. El equipo canario bailó al son que le marcaron los gallegos y lo que aún es peor, no sólo no comienzan a despejarse dudas, sino que se incrementan a favor de las tesis que hablan de la dependencia de las individualidades y a las deficiencias del sistema de juego que se trata de crear, basado, precisamente, en las individualidades y su estado de forma.

Un cambio en el minuto 29 de partido, "penalizando" a Javi Castellano del resultado, y los otros dos a 12 minutos del final, señalan al banquillo amarillo como responsable de lo ocurrido en tierras gallegas, pues donde no deben existir dudas es, por lo menos en esta jornada, donde se han mostrado con más notoriedad.

No terminamos de entender cómo después de hacer un análisis bastante acertado del rival, cómo después de recordar lo sucedido el año pasado, se cae tan estrepitosamente. Es uno de los grandes misterios. Si se quiere podemos hablar de las bajas, pero se dice que no son determinantes. ¿Entonces?. Lo cierto, y con toda la carga subjetiva que pueda tener, es que hoy por hoy, a pesar de haber perdido tan solo dos encuentros, queda por definir algo tan importante y fundamental en un equipo que se precie: ¡Su patrón de juego!

De nada vale tener en teoría una de las mejores plantillas de la categoría, hay que demostrar que lo es, y eso se demuestra sobre el terreno de juego y no sólo con los resultados, pues aún así de 21 puntos la clasificación nos dice que Las Palmas tiene 9. Pobre bagaje, diríamos, si se quiere aspirar a metas mayores que a la de ser un eterno aspirante.

Se habla hasta la saciedad de que aún queda mucha liga y es cierto. También se habla que queda mucho margen de mejora y es cierto. La pregunta es bien sencilla: ¿hasta cuándo dura la pretemporada de La Unión Deportiva Las Palmas?...