El filial de la Unión Deportiva es el que está dando las alegrías a la afición. En sus dos primeros partidos en la vuelta a la Segunda División B ha ganado de forma convincente y con autoridad. Son los hombres de la cantera que vienen pisando fuerte, como también lo han hecho los debutantes en el primer equipo, el pasado sábado, y tuvo que ser uno de ellos, cuando prácticamente se daba por hecho la derrota, el que marcara el gol que supone un punto. Asdrúbal y Tana hicieron despertar un equipo que estaba dormido, sin ideas, sin mordiente, y que veían la puerta desde lejos.

Los canteranos hablan dentro y fuera del campo. El sábado, sin apenas aliento después del tremendo esfuerzo realizado, el hijo de Félix Oramas, que minutos antes había marcado ese decisivo gol, reclamaba más presencia de la cantera. Es normal, viendo pisando fuerte, y mientras se está hablando de traer fichajes y más fichajes de fuera, ellos sacan pecho, recordando a la dirección técnica que estan en condiciones de sacar adelante el proyecto de la Unión Deportiva.

Y ciertamente nos parece bien que reclamen protagonismo. Esa ambición deportiva es positiva, siempre y cuando no se conformen con llegar. A la Unión Deportiva hemos visto llegar muchísimos jóvenes futbolistas, que llevaban una progresión sublime, y luego se esfumaban, para caer en el ostracismo. La mayoría de las veces porque al llegar se olvidaban del tremendo esfuerzo que tuvieron que hacer para alcanzar esa meta, la primera de una carrera deportiva que podría ser brillante, si no se tiraba por la borda. Esta bien y es justo que Asdrúbal, Tana, Artiles, etc., etc., reivindiquen su plaza en la Segunda División A. Eso demuestra que tienen ambición y fé en sus posibilidades, pero cuando se llegue hay que seguir trabajando a tope, con humildad, y queriendo aprender cada día algo más, sobre todo, de esos compañeros veteranos que están a su lado y que ya estan a punto de retirarse, por ejemplo, Juan Carlos Valerón, ejemplo para la cantera, no sólo como fútbolista, sino también como persona.