
Foto: C. Torres
Salieron al campo en el momento más feo: el equipo estaba atenazado, ya se había escuchado en las gradas la primera pitada (y la segunda también), se aproximaba en demasía el Eibar a la zona de dominio de Barbosa, ... Los debutantes, como en una revuelta, hablaron en la línea de cal. Miraban el campo de batalla y saltaron con intención de sabotear el marcador, que se decantaba para el equipo guipuzcoano. Tana Domínguez y Asdrúbal Padrón apenas han jugado juntos en filiales, pero este sábado salieron a por todas para darle aire fresco al primer equipo. La situación más difícil para un estreno deportivo la salvaron con nota.