Personalidad en trámite
24/08/2013

Por Higinio Medina

Desde el inicio del partido entre el Alavés y la Unión Deportiva Las Palmas (1-1), vimos a un equipo que iba a por el partido con energía (el vasco) y a otro que se limitaba a verlas venir (el canario). Un recién ascendido que arriesgaba y un veterano en la categoría que contemporizaba. Dos patrones de juego distintos, cada uno con su lógica, y un conformismo insultante de los amarillos que se evidenció en la especulación del resultado favorable.

Cuatro tiros a puerta a lo largo del tiempo reglamentario de un partido de fútbol no es bagaje suficiente para expresar ambición. Se podrá ganar, se podrá perder o se podrá empatar, pero siempre demostrando una personalidad que hoy por hoy entendemos está en trámites.

Vimos muchos cambios en la delantera con respecto al primer partido de liga ante el Depor, que hoy cayó en su terreno de juego frente al Córdoba, y aunque se consiguió un punto poca diferencia podemos resaltar, por lo que el análisis se debería centrar más en el sistema que en los jugadores.

Estamos en el inicio de la temporada y aunque los partidos se den mal deberíamos atisbar qué es lo que se persigue; tener cuanto menos una idea de hacia dónde se quiere ir. La pretemporada finalizó y ya se está en el fragor de la batalla. Hacer un excelente análisis al final del partido, haciendo hincapié en los errores o en las distintas circunstancias, de nada vale si al siguiente se vuelve a caer en la misma deriva.

El año pasado se dio la circunstancia de que Las Palmas, después de un inicio calamitoso, empezó a contar con la participación de Thievy, momento a partir del cual se inició una remontada clasificatoria memorable. La sorprendente velocidad del francés, su asociación con Chrisanthus, la mejora en los planteamientos y el propósito de la plantilla dio un vuelco espectacular a los resultados del equipo, aunque al final, a pesar de jugar la promoción, se volvió a caer en las mismas tesituras. ¿Quién es el factor desequilibrante ahora?

El pasado no vale, es historia de la que se debe aprender en lo bueno y en lo malo. El presente es lo que interesa, y sabemos que un equipo no se hace de la noche a la mañana, pero una idea de equipo, como decíamos, se debe vislumbrar. Quizá sea demasiado pronto para enjuiciar o entender las pretensiones, pero hay factores que marcan tendencia y un equipo ganador, con esta imagen poco dice de sí mismo.

 

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