
Por José Hernández
Se acabaron los ensayos y empieza la hora de la verdad. La Liga 2013-14 alza su telón y la Unión Deportiva Las Palmas la afronta con la máxima ilusión, dispuesta a alcanzar lo que en la temporada pasada se acarició, es decir, el ascenso a la Primera División. Atrás quedaron ya los partidos amistosos de pretemporada y la próxima cita ya es el Deportivo, en el primer partido oficial de competición, el que ya están en juego tres puntos. Se podrá opinar de lo exhibido por el equipo en esos amistosos, pero no se debe perder el sentido con ello, ya que de los errores y aciertos de esos encuentros, son donde aprender para corregir.
Lobera ha podido ver donde estan los puntos débiles del equipo y así poder trabajar más para subsanarlos. La pretemporada sirve para eso, y en la misma se han visto cosas positivas y negativas. Ante el Atlético de Madrid (equipo de Champions) nos gustó la actitud, la pelea y la agresividad deportiva que debe de imperar a lo largo de todo el campeonato. Lástima que la lesión de Valerón en los primeros compases del choque cambió la decoración, pero ante esas situaciones hay que sobreponerse, porque el de Arguineguin no estará siempre, aunque está claro que su veteranía y calidad técnica es una de las importantes bazas de los amarillos esta campaña.
Clave será mantener esa ilusión que impera entre la afición. El cuerpo técnico ha hecho una apuesta por una mezcla entre veteranía y juventud. Es importante dar paso a esa cantera que pide puesto en el primer equipo, aunque está claro que el rodaje de los jugadores del filial en Segunda División B, con el Las Palmas Atlético, supone un aprendizaje extra muy positivo, de cara a dar el salto al fútbol profesional, y tendrá un seguimiento especial por parte de los técnicos por si en cualquier momento hay que recurrir al filial.
Por el momento, donde hay que recurrir es a la regularidad, esa que falto en la temporada pasada, sobre todo, en los comienzos de la competición, cuando el equipo no levantaba cabeza. Hay un dicho que dice que la luz que va delante es la que mejor ilumina. Así que, aprendido el camino, ya saben los que tienen que hacer. Iluminar el camino para que no haya retrocesos, aunque como Las Palmas, hay muchos más que piensan igual, y la competencia será dura.