Una hora y media de entrenamiento y con premio incluido por haber hecho un buen trabajo. Cervera pone las pilas a su plantilla con una dura preparación basada, principalmente, en poner en forma a los suyos tras las vacaciones. Y lo hace a base de ejercicios basados en la velocidad y la presión.

Durante noventa minutos, la plantilla al completo (salvo Rigo que continúa con su trabajo específico haciendo bicicleta estática después de torcerse el tobillo la semana pasada), comenzó con un breve calentamiento para luego dar paso al trabajo en grupo. Cervera dividió a los jugadores en tres grupos: primero siguieron adaptándose al nuevo balón con el que disputarán el campeonato. Posteriormente trabajaron la presión en rondos para finalizar (ya sin la pelota en los pies), haciendo juegos de velocidad en parejas. El resultado: terminaron agotados al tiempo que el míster los felicitaba por el primer esfuerzo de la jornada.

Tal fue la calidad del entrenamiento de la primera plantilla que, aunque estaban previstos tres circuitos físicos, el técnico rebajó la faena a dos, a la espera del ejercicio vespertino tras el almuerzo.

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