Soplar un pito o arbitrar, cosas diferentes
28/04/2013

Por José Hernández

Miguelo Betancor decía en la conferencia enmarcada en el Clinic del Colegio de Árbitros de Fútbol de Las Palmas que una cosa era pitar y otra era arbitrar. Son dos conceptos completamente diferenciados y el Doctor Betancor lo supo explicar con brillantez. Pitar es soplar un pito y arbitrar es interpretar un partido de fútbol o del deporte que sea. Para lo primero hay que saber el reglamento al pie de la letra y tener pulmones para hacer sonar el silbato. Para lo segundo, la cosa cambia; porque se le exige mucho más, pues al margen de conocer el reglamento y soplar, también hay que saber leer el desarrollo de un encuentro, cuándo es sancionable o no, cuándo un jugador intercepta el balón con una mano o cuándo el balón da en la mano, sin que el futbolista la exponga para cortar su trayectoria como ocurrió con Dani Castellano en el Estadio del Nuevo Arcángel.

Pero es que el árbitro está también para contribuir a engrandecer el espectáculo, y lo que consiguió Pérez Pallás con la expulsión de Hernán es destrozar un partido que se desarrollaba con normalidad. Se pudo ahorrar la tarjeta roja del centrocampista, porque acciones como la de Hernán hay cientos, pero sancionadas con falta y tarjeta muy pocas. Dejar a un equipo con nueve jugadores, cuando no habían existido entradas feas o duras en donde peligrara la integridad física de un rival es acabar con el encuentro en 23 minutos. Esta vez le tocó a Las Palmas, pero otro día le ocurrirá a otro equipo (el mismo árbitro ya había tenido un problema similar con el Murcia), y los que acuden a ver un espectáculo quedan decepcionados, porque saben que ya ese acontecimiento no lo va a poder presenciar, intereses deportivos añadidos.

Como decía también el ilustre Doctor Gonzalo Marrero en el mismo marco de los árbitros: "No es lo mismo que te diga un jugador hijo de p... en el inicio del partido, cuando aún no ha saltado al campo, a que ocurra en el minuto 90 después de que le pitaras un penalti. El insulto es idéntico, pero el momento y las circunstancias son completamente distintas. El que crea que como es un insulto y merece el mismo castigo sea el minuto que sea, ese es un profesional del pito; pero el que sepa interpretar el momento se convierte en un profesional del arbitraje".

En definitiva, lo que queremos decir es que Pérez Pallás será bueno soplando un pito, pero en el Nuevo Arcángel demostró que le faltan tablas para saber arbitrar un partido de fútbol de la Liga Profesional. Puede que con el tiempo, pues es bastante joven, aprenda, pero si no madura no vemos futuro a este gallego que este sábado llegó a desesperar a los amarillos, que recibieron una manita, pero no precisamente en la espaldas, sino la de un colegiado 'en el cuello'. Lástima que a estas alturas del Campeonato, donde se están jugando tantos objetivos todos los equipos, existan arbitrajes como éstos, o como algunos en la Champions, donde con cinco arbitros en el terreno de juego, se conceden goles en clamorosos fuera de juego. Pero ésta es la realidad.

* José Hernández, columnista de Tinta Amarilla, también fue ponente en el Clinic Arbitral de Las Palmas 2013

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