La Unión Deportiva Las Palmas, tras su contundente victoria frente al Sabadell (0-4), ha ratificado sus credenciales como firme candidato para luchar por el ascenso a la División de Honor del fútbol español. No fue un partido, a pesar de lo cómodo del resultado, fácil en sus inicios. Los embates del equipo catalán pusieron a prueba a Mariano Barbosa, quien respondió con sus paradas a quiénes empezaban a cuestionar su lugar en el equipo tras la brillante actuación de Raúl Lizoain en la jornada anterior.

Ni siquiera las condiciones climatológicas fueron esta vez impedimento para que el equipo amarillo, bien posicionado sobre el terreno de juego y con las ideas muy claras, diera al traste con las expectativas de un rival que a medida que transcurría el tiempo se diluía como un azucarillo en el agua que caía en la Nueva Cruz Alta.

Tres triunfos consecutivos no son suficientes para lanzar las campanas al vuelo, aún quedan 33 puntos por disputar y todo es posible; no obstante el futuro promete, pero falta un factor por añadir a la gran temporada, a pesar de los altibajos, que están realizando los grancanarios: llenar el Estadio de Gran Canaria.

Es en este momento cuando más se precisa de la complicidad entre equipo y afición. El objetivo está ahí, más cerca que nunca, de ahí la importancia de llenar las gradas. La directiva así lo ha entendido y ha puesto en marcha "el día del abonado", una iniciativa que promete vestir el recinto deportivo de Siete Palmas con las mejores galas. Se necesita un estadio que imponga, que anime, que lleve a los jugadores en volandas; como en los viejos tiempos...

Las ilusiones, a flor de piel, llevan al seguidor amarillo a soñar. ¿Será este el año?. No lo sabemos, lo que sí sabemos es que hoy se ha dado un golpe de autoridad en toda regla. Un aviso a navegantes. Esperemos que los pies se mantengan en el suelo y que no se pierda el norte. Es una situación que requiere calma y a la vez mantener viva la llama. Complicado y emotivo, diríamos, pero lo importante es estar ahí; y la Unión Deportiva en este preciso instante está ahí, alegrando corazones, y eso, hoy por hoy no es precisamente poco.