El pichichi Nino, que cobraba un millón de euros anuales, condonó tres años de contrato
En concreto, 885.639,55 euros. Esa es la cantidad que tuvo que desembolsar CD Tenerife para liquidar la plantilla que descendió a Segunda División B en la temporada 2010/2011. Y es que esas cifras han quedado al desnudo con la sentencia de anulación del Expediente de Regulación de Empleo presentado por la entidad tinerfeñista y por la que se extinguía el empleo de nueve trabajadores no deportivos del club, además del futbolista catalán Antonio Hidalgo.
Con estas cifras, se recoge que Nino, quien tenía un contrato por una cuantía que rondaba el millón de euros anuales, no quiso cobrar las tres temporadas que le quedaban de contrato pero recibiendo 177.000 euros a recibir a plazos. Julio Álvarez sería el segundo mejor pagado con algo más de 155.000 euros que acordó recibir en tres plazos de tres meses, según recoge la información publicada este jueves por el periódico El Día. Solo estos dos jugadores casi superaban la cantidad que debía abonarsele a los nueve trabajadores si se les hubiera liquidado con arreglo a la legislación vigente en el momento de la presentación del ERE, lo que suponía uno de los argumentos de la defensa.
Ezequiel Luna (98.000 euros), Juanlu Hens (95.000 euros), Aitor Núñez (83.865 euros), Greg Beranger (42.500 euros), Carlos Bellvis (40.000 euros), Natalio (30.000 euros) y Melli (25.000 euros) son los otros futbolistas que terminaron rescindiendo contrato para no estar en Segunda División B. El último caso particular es el de Sergio Aragoneses, quien extinguió su contrato de Segunda División A en poco más de 90.000 euros para luego firmar otro en Segunda División B con condiciones más aceptables para el club de cara a la continuidad del meta gallego. En definitiva, liquidar a la plantilla que acabó con el club en Segunda División B le costó al conjunto tinerfeñista casi un millón de euros.
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