Por Higinio Medina
Corría el minuto 89 del partido que enfrentaba al Alcorcón y a la Unión Deportiva Las Palmas en el Estadio de Santo Domingo y tras una falta se quedan solos ante el portero local Thievy y Juanpe, quien increíblemente malogra una oportunidad clara e inmejorable de gol, un tanto por otro lado que hubiera significado el 3-2 y el miedo en el cuerpo para los madrileños en el alargue. Pero no fue así y los amarillos (hoy de negro) volvían a caer derrotados como ante el Numancia y el Lugo, casi diríamos que con el mismo patrón de juego y ante el General Invierno como ocurriera a Napoleón y a Hitler en Rusia.
Bromas aparte en lo comparativo, no debe ser excusa el estado atmosférico, ni el estado del terreno de juego, que era el mismo para los dos equipos. Y como decíamos al principio, la imagen de los hombres de Sergio Lobera se resume precisamente en esa acción y en una expresión: incapacidad. Incapacidad no por falta de lucha, pero sí para demostrar en los momentos decisivos que se está ahí y no como ha ocurrido en los últimos partidos ante los "grandes": grandes dosis de temor y planteamientos que generan dudas.
El fantasma del inicio de la primera vuelta ha hecho acto de presencia, ¿coincidencia?. Digamos que la reestructuración defensiva, el nivel de forma en algunos jugadores y el exceso de respeto a los rivales (antes o durante el partido), la negación ante el gol o quizás las dudas sobre qué jugadores alinear dado el potencial existente, hayan podido influir sobremanera en lo acontecido. Pero ante estos "argumentos" hay un dato concreto que llama la atención y es la endeblez en ciertos momentos del centro del campo y la carencia de un organizador nato como puede ser el caso de David González.
Hoy hemos visto como tras la salida del medio canario el equipo recuperó nuevos bríos y en los últimos diez minutos se generó más peligro que en setenta de juego. Cabe que el Alcorcón pudo haberse replegado para asegurar el triunfo, pero seguían presionando en todo el terreno de juego y jugando al toque, igual que hiciera el Lugo y desarbolara a los grancanarios. Curiosamente equipos que dan un buen trato al balón, otrora tipo de rivales contra los que Las Palmas siempre suele dejar buenas sensaciones y excelente imagen.
Es evidente que nada es gratis y que lograr el objetivo trazado es tremendamente complicado y más lo será a medida que avance el campeonato, pero si hace unos días se estaba a 2 puntos del ascenso directo, hoy se está a 8, pero a tan solo 2 de la promoción, cabría una reflexión para intentar enderezar la tendencia, a no ser, claro está, que este tramo de la liga presente unas dificultades extraordinarias y las basas serían corregirlas, al igual que en la primera vuelta, ante otros equipos a priori más asequibles...