
Ramírez, Germán y Roque Díaz acarician la memoria y el presente de la UD Las Palmas en una amena tertulia celebrada en el Real Casino de Gáldar
Manuel Borrego
La historia y la actualidad de la UD Las Palmas pasó repaso este jueves en el Real Casino de Gáldar (fecha fundacional en 1847), en un acto ameno reservado para una selecta audiencia que atendió a las palabras de los dos presidentes del representativo grancanario: el titular del consejo de administración, Miguel Ángel Ramírez, y el de honor, Germán Dévora; aderezados con la presencia de otro legendario defensa, como Roque Díaz. La presentación a cargo del vicepresidente de cultura de la sociedad organizadora, José Miranda Ayala, ya introdujo a la audiencia en el escenario de sensaciones porque "esta noche se va a hablar aquí de pasiones y de un credo que moviliza a toda una sociedad".
El presidente Ramírez reconoció a los presentes en la sala que el futuro de la Unión Deportiva Las Palmas pasa por sanearse a nivel económico en la Primera División. Esta afirmación la fundamentó en el cambio visceral que sufriría el club en caso de lograr el ascenso porque cifró el presupuesto en la élite en 32 millones de euros. "La salvación de nuestro club pasa por este logro. Para nosotros representa un orgullo que cada fin de semana entre siete y nueve jugadores que participan con nuestro equipo proceden de nuestra cantera. Un ascenso", significó, "no nos haría cambiar de filosofía". Y aseguró que "si Las Palmas logra subir les aseguro que será un equipo de los importantes de Primera División, como lo fue antaño. Las bases ya están puestas".
Resaltó el presidente que "nuestros orígenes como club están en la fusión del fútbol regional. Esos valores tenemos que seguir fomentándolos como nos hemos propuesto en las últimas temporadas". Dibujó a los asistentes cómo era el panorama que encontró a su llegada a Pío XII y los cambios que él mismo había sufrido en el proceso de su etapa presidencial. "Invertí un año de mi vida, entre 2005 a 2006, en canalizar el esfuerzo de muchas personas para reflotar un club que había caído en una deuda de 72 millones de euros. Durante esos doce meses no pisaba mi propia empresa; resolvía los asuntos firmando documentos porque había que estar jornada a jornada en la sede de la Unión Deportiva Las Palmas. Se salvaba un problema para, de inmediato, afrontar otro. De no haberlo hecho así, no habríamos recuperado la estabilidad que ahora goza el club".
COPIAR A DON JESÚS ...
En la larga exposición de la tertulia surgió el nombre de Jesús García Panasco, el secretario general en los años de gloria de la entidad. Germán Dévora, sin poder ocultar su emoción al recordarle, lo calificó como "el alma mater del club en aquellos momentos. Era secretario general, gerente, negociador de contratos, ... era todo. En realidad, un padre para los futbolistas", añadió. "Nos orientaba incluso para nuestras inversiones económicas. Don Jesús sabía dirigirse a los jugadores para convertirles en personas. Hablo en nombre de muchos compañeros y que en su mayoría dirán que están superagradecidos a su ayuda. Y descubro ahora que se trataba también de años difíciles. Porque en las mejores temporadas del equipo, en los años sesenta, la plantilla llegó a estar seis meses sin cobrar. Pero él supo mantener la situación. Y he de decir también", culminó el Maestro, "que nunca sacó provecho personal del club. En su retiro le quedó una paga quizá escasa porque ganaba poco y porque cotizaba poco. García Panasco nunca tuvo otro interés que lo mejor para la Unión Deportiva Las Palmas".
Roque Díaz recordó que "le conocíamos cariñosamente como Chucho y verle representaba para los jugadores el respeto a la institución". Y recordó detalles sobre los consejos profesionales que realizaba a los futbolistas del club. "Sin embargo, en el exterior fueron injustos en las valoraciones".
"EN LAS PALMAS TIENEN QUE ESTAR LOS MEJORES"
Miguel Ángel Ramírez reconoció que su línea de actuación como gestor de la UD Las Palmas podría inspirarse en copiar "lo bueno que tenía aquella etapa del club con García Panasco, al que no conocí". Se refirió a los conceptos que presiden la política de cantera actual donde "en la Unión Deportiva tienen que estar los mejores jugadores. Cuando llegué a la presidencia dimos la baja a 180 jugadores en filiales porque nuestra cadena estaba compuesta en su mayoría por niños que militaban en el club porque sus padres pagaban" los derechos como integrante de la entidad. "Sin embargo ahora nadie paga. Tomar la medida fue durísimo pero logramos que los mejores estuvieran en el club. Y ya estamos recogiendo los frutos".
A la derecha, Enrique Quintana, presidente del Real Casino de Gáldar, despide la velada (C. Torres)
Más tarde, al referirse sobre la faceta de captación de talentos que lleva a cabo la entidad, el presidente concretó que "da igual de dónde sea el futbolista. Si es bueno, tenemos que traerle". En este sentido habló de la captación esta misma temporada de los dos centrales tinerfeños (Carlos Gutiérrez y Jesús Valentín) que están causando sensación en Las Palmas Atlético. "Y hace unos días hemos fichado al jugador con más talento de Tenerife (Leandro Merino), hecho que ha provocado algún malestar porque ellos también le querían. Pero aquí, como en otros aspectos de la vida, no es el grande el que se come al pequeño, es el rápido el que se come al grande".
"Volveríamos de cabeza al Estadio Insular", coincidieron los tres invitados cuando la tertulia derivó hacia diversos asuntos recurrentes que no conocían frontera hasta que el presidente del Casino, Enrique Quintana, tomó el testigo para despedir la jornada. La línea de colaboración con la UD Las Palmas se mantendrá y anoche mismo comenzó a esbozarse una exposición de recuerdos (objetos y fotografías) que podría realizarse en los amplios salones del emblemático Casino. "Cuenten con nosotros para los que estimen oportuno", respondió recompensado Ramírez.